Histórica imagen de Juan Pablo II abroncando a Ernesto Cardenal |
Yo empecé en política sin saber que me estaba metiendo en política. Recuerdo en mi niñez un acontecimiento que me proporciono gran inquietud.
En mi infancia se me enseñó a temer a los comunistas. Se me hablo de que estos seres terribles y despiadados por el simple hecho de ir a misa te podían matar. El miedo terrible que pase fue cuando al entrar en el salón parroquial con objeto de empezar mi catequesis vi en uno de los muros pintado un mural con una hoz y un martillo, cosa que no sabía lo que era, pero cuando alguien comento que era el emblema de los comunistas un sentimiento de pánico me recorrió el cuerpo, que en parte fue mitigado cuando tras el reparto de niños a diferentes grupos de catequesis una simpática catequista me llevó a una sala donde impartía catequesis a golpe de guitarra. Esta catequista solía cantar canciones que yo no sabía muy bien lo que eran. Desde el “Soun of silence” de Simon and Garfunkel reconvertida en “el padre nuestro” o “blowing in the wind” de Bob Dylan convertida en también en una canción cristiana “Sois la semilla que ha de crecer” pero nunca faltaban algunas canciones más “rebeldes” entre ellas estaban las canciones de la misa campesina nicaragüense.
Luego cuando empecé a tener un poco de conciencia ideológica me enteré que algunas de esas catequistas eran de las “JOC” (Juventudes obreras cristianas) que junto a la HOAC (Hermandad obrera de acción católica) eran un bloque de izquierdas en el seno de la iglesia católica que junto con los curas obreros eran un frente rebelde. Por ello estas catequistas nos cantaban canciones de la misa campesina nicaragüense donde se decían cosas muy rojas que no nos enterábamos como la creación del hombre nuevo, que forma parte de la filosofía “roja” estaba metida en el “Creo en Vos” diciendo cosas tan rojas como:
Yo creo en vos compañero
Luz de luz y verdadero
Unigénito de Dios
Con tu sacrificio inmenso
Engendraste al hombre nuevo
Para la liberación
Vos estás resucitando
En cada brazo que se alza
Para defender al pueblo
Del dominio explotador
Ernesto Cardenal fue un referente de esta iglesia tan humana y cerca del necesitado y por ello cuando me entere que este hombre junto con otros (Leonar Boff, Ellacuria, Padre Arrupe, Heider Cámara…) pagando muchos de ellos con su propia vida o siendo duramente acosados por la jerarquía católica siendo uno de los hechos más destacados la monumental bronca en público que propino Juan Pablo II a Ernesto Cardenal.
El ver que en la jerarquía de iglesia católica y en la mayoría de sus fieles poco o nada se percibía de la humanidad que se respiraba entre esta gente que anteponía la acción a la oración como forma de combate ante las injusticias, hizo que junto a una crisis religiosa me decantara por abandonar la iglesia católica, así como tener conciencia comunista. Por ello ahora que lamentamos la muerte de Ernesto Cardenal, solo puedo decir lo mejor que se puede decir de una persona.
“Ha muerto un hombre bueno”
Que la tierra te sea leve Ernesto
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