Pensamientos y pesares

En este blog, daré cabida a pensamientos personales sobre diferentes temas sin mas pretensión que dar vía libre a mis pensamientos y sentimientos.

martes, 30 de abril de 2024

No me pegaba, pero...

 


Se que como hombre no soy perfecto y cometo errores en el trato al otro sexo. Sin embargo, siento que muchas mujeres no son conscientes de su situación o lo son demasiado tarde.

Por ello a veces me auto examino en textos que relatan estos comportamientos que ven lo que ni hombres ni mujeres vemos creyendo que ese maltrato solo se expresa a través del golpe o en el mejor de los casos un abuso dialéctico.

Este es uno de esos textos a los que me refiero.

Se que como hombre no soy perfecto y cometo errores en el trato al otro sexo. Sin embargo, siento que muchas mujeres no son conscientes de su situación o lo son demasiado tarde.

Por ello a veces me auto examino en textos que relatan estos comportamientos que ven lo que ni hombres ni mujeres vemos creyendo que ese maltrato solo se expresa a través del golpe o en el mejor de los casos un abuso dialectico.

Este es uno de esos textos a los que me refiero.

NO ME PEGABA, PERO...

No me pegaba, pero podía dejar de hablarme e ignorarme durante días, incluso meses (Ley de hielo)

No me pegaba, pero cuando estaba en casa siempre permanecía en otra habitación, metido en la computadora o viendo la televisión. (Hombro frío)

No me pegaba, pero un día podía ser atento, cariñoso y estar presente y al otro distante, frío y agresivo (Refuerzo intermitente)

No me pegaba, pero era frío y distante, física y emocionalmente. Llego a no tocarme durante meses (hombro frío, devaluación, uso del sexo como castigo)

No me pegaba, pero me ilusionaba con promesas que nunca cumplía (Falsificación de futuro).

No me pegaba, pero invalidaba mis emociones y mi percepción de las cosas. Decía que exageraba o imaginaba cosas (Gaslighting).

No me pegaba, pero le hablaba mal de mí a la gente y a nuestros hijos. Les decía que estaba loca, que vivía en las nubes, que no lo atendía, que era egoísta y fría (Campaña de difamación y victimización).

No me pegaba, pero se enojaba cada vez que me enfermaba. Me hacía sentir que yo daba problemas. Un día me operaron, no quiso acompañarme al hospital. Una amiga tuvo que hacerlo (Devaluación, ausencia de empatía, hombro frío, omisión de cuidados).

No me pegaba, pero me responsabilizaba por cosas que estaban fuera de mi control. Un día se rompió una tubería, se enojó muchísimo y me culpó. Me hizo ir de madrugada, sola, a buscar un fontanero (Control coercitivo, control por ira, utilitarismo).

No me pegaba, pero era mezquino con el dinero. Siempre decía que no tenía y yo terminaba haciéndome cargo de la mayoría de los gastos de la casa (Parasitismo).

No me pegaba, pero me dejaba sola en momentos complicados y difíciles como duelos y enfermedades (Ausencia de empatía, devaluación, hombro frío).

No me pegaba, pero nunca me concedió un día especial. Fue omiso en aniversarios y fechas relevantes. Hubo un cumpleaños en el que me ignoró deliberadamente todo el día (Boicot de fechas especiales y devaluación).

No me pegaba, pero dañaba mis objetos personales o maltrataba a mis mascotas y a mis seres queridos (Violencia coercitiva por interpósita persona, por extensión o violencia vicaria).

No me pegaba, pero nunca admitía responsabilidad alguna en lo que hacía y siempre terminaba haciéndome sentir culpable y hasta pidiéndole perdón (Transferencia de culpa, ausencia de remordimiento).

No me pegaba, pero me dejaba todas las responsabilidades de la casa y la familia porque él siempre “estaba muy ocupado trabajando” (Parasitismo, utilitarismo).

No me pegaba, pero todo el tiempo estaba de mal humor (Control coercitivo).

No me pegaba, pero se enfadaba y me regañaba constantemente cuando yo conducía el auto. Y cuando él lo hacía, para llevarme a algún lugar, iba enojado por el tráfico, peleando y haciéndome sentir que causaba problemas. A veces conducía a toda velocidad haciéndome sentir miedo (Devaluación, control coercitivo, ira). 

No me pegaba, pero nunca me decía un halago. En cambio, se la pasaba hablando de lo bonitas, capaces o inteligentes que eran otras mujeres (Triangulación).

No me pegaba, pero podía lastimarme con sus actitudes, dejándome llorar toda la noche mientras me ignoraba y dormía plácidamente (Falta de empatía, crueldad).

No me pegaba, pero cuando íbamos a algún lugar, aceleraba el paso para dejarme atrás muchos metros o incluso perderse, para luego enojarse conmigo “por ser lenta” (Hombro frío, devaluación).

No me pegaba, pero me amenazaba con irse cada vez que no hacía algo que él quería, y me decía que nadie más iba a quererme y terminaría sola (Control coercitivo).

No me pegaba, pero me hacía sentir tonta, torpe e insuficiente y me comparaba con otras mujeres (Devaluación por comparación).

No me pegaba, pero controlaba mi tiempo, mis actividades, mis amistades, mi dinero (Control).

No me pegaba, pero me hacía esperar horas o días para hablar de algo importante para mí o para hacer algo que necesitaba, llenándome de ansiedad (Retardo táctico).

No me pegaba, pero en sus redes sociales se manejaba como un hombre sin compromiso. Nunca subía una foto conmigo, pero sí con otras mujeres (Devaluación, triangulación).

No me pegaba, pero me me era infiel (Triangulación).

No me pegaba, pero me llevaba al límite con sus actitudes o indiferencia para hacerme explotar y luego acusarme de loca e inestable y quedar mal ante los demás (Abuso reactivo).

No me pegaba, pero tengo trauma, complejo, disociación, ansiedad, depresión, anhedonia, fobia social, ideación suicida, híper reactividad, híper sensibilidad, trastornos del sueño, desórdenes alimenticios, autolesiones, híper vigilancia, fibromialgia, exceso de cortisol, presión alta, migrañas...

No me pegaba, pero me dejó aislada, sin red de apoyo, dependiente económicamente, totalmente desempoderada, con litigios legales, y estigmatizada socialmente.

No me pegaba, pero me quitó a mis hijos y los puso en mi contra.

Hoy, que logré alejarme, tampoco me pega, pero me acosa en redes sociales, me difama públicamente, ejerce control económico y patrimonial, me amenaza y me tiene judicializada. Y como no me pegó, nadie puede ver mis heridas que son tan profundas que atraviesan mi pecho hasta el alma.

Nadie me cree y dicen que exagero o invento. Y como no me pegó, para los jueces no hay delito y no puedo obtener justicia.

NO ME PEGABA, PERO…

Nota: Relato extraído de testimonios de víctimas de abuso psicopático narcisista.

La violencia psicológica es tanto o más dañina que el abuso físico. Deja secuelas graves en las víctimas y puede conducirlas a la muerte o a desarrollar síndromes y enfermedades graves.

La violencia psicológica también es violencia.

Texto de Natalia González

https://www.facebook.com/nataliaglezv?mibextid=ZbWKwL

sábado, 30 de marzo de 2024

Tertourismo



 

El turismo no es la panacea de nada y que lejos de aportar prosperidad a los municipios genera una fuga de empadronados en favor de gente de segundas residencias. En algunos pueblos se empiezan incluso a ver sus cifras negativas en crecimiento. Algunos dicen que esto es la “España a vaciar” es decir esos pueblos donde se va a despoblar de sus residentes debido a un encarecimiento de vivienda y comercio e incluso se va a reducir el numero de comercios necesarios para el día a día en favor de la hostelería.

Cada vez que alguien habla de mejorar la economía con el turismo pienso en el exilio económico, en la destrucción de espacios naturales, en la precariedad laboral y en la destrucción de formas de vida tradicionales, nunca en el bienestar de sus habitantes. Ahora hablan de que quieren convertir el municipio que habito en la Ibiza del norte. ¡Que no nos vengan con cuentos!

miércoles, 28 de febrero de 2024

Las extrañas coincidencias

 


Hace poco estuve en una conferencia de temas de misterio, unas de mis aficiones, aunque lo vea desde un punto más “etnográfico”. Un tema que se trato fueron las extrañas coincidencias. En ese momento me acorde de alguna más o menos curiosa a lo largo de mi vida pero que no se pueden decir que son “extraordinarias”. Sin embargo, unos días después me acorde que yo tuve también una coincidencia muy curiosa y que creo que nunca la conté a nadie.

En cierta ocasión escuche en la tele decir a un personaje de tertulia que él siempre ponía a sus perros nombres de estilos musicales como “Conga” o “Salsa”. Yo por aquel entonces tenia un perro enfermito y dudaba de volver a tener mas perros, pero fantaseaba con tener uno darle un nombre con mis gustos musicales. En mis fantasías soñaba con tener una perra pastor alemán de pelo largo pues tuve en mi adolescencia uno de ellos y era precioso y también pensé en su nombre “Polka”.

Resulta que un año más tarde o un tiempo no muy superior a mi padre le ofrecen la posibilidad de tener un perro, pues la perra de un amigo se quedo preñada y en honor de la amistad decidió regalarle uno de esos cachorros. Decidimos tenerlo y a la hora de elegir se eligió un cachorro que genero cierta controversia pues mi padre quería macho y mi madre y yo hembra. Al final nos salimos con la nuestra y resulta que la única hembra era de pelo largo pues es algo que puede ocurrir en las camadas. En este caso solo hubo una hembra de pelo largo y el resto todos machos de pelo corto. Mi padre en principio apalabro un macho y días después por presiones se volvió al tema hembra y se decidió por la única perra de la camada.

Como eran perros de pedigrí estaban con su documentación y nombre ya puesto, aunque llego antes la perrita que su documentación y pregunte por su nombre. Mi padre que no se acordaba pues ya tenia ciertos problemas para acordarse de nombres me dijo “Como un baile” y se me encendieron los ojos y dije ¿Polka? Y di en el clavo. Se llamaba Polka pues así la bautizo la hija del amigo de mi padre y con ese nombre se quedó.

Lo cierto es que Polka fue un antes y un después en mi relación con los perros. Era “diferente”. Diréis que “porque fui su amo” y puede que tengáis razón o quizás no. ¿Quién sabe?.