Hace poco estuve en una conferencia de temas de misterio, unas de mis aficiones, aunque lo vea desde un punto más “etnográfico”. Un tema que se trato fueron las extrañas coincidencias. En ese momento me acorde de alguna más o menos curiosa a lo largo de mi vida pero que no se pueden decir que son “extraordinarias”. Sin embargo, unos días después me acorde que yo tuve también una coincidencia muy curiosa y que creo que nunca la conté a nadie.
En cierta ocasión escuche en la tele decir a un personaje de tertulia que él siempre ponía a sus perros nombres de estilos musicales como “Conga” o “Salsa”. Yo por aquel entonces tenia un perro enfermito y dudaba de volver a tener mas perros, pero fantaseaba con tener uno darle un nombre con mis gustos musicales. En mis fantasías soñaba con tener una perra pastor alemán de pelo largo pues tuve en mi adolescencia uno de ellos y era precioso y también pensé en su nombre “Polka”.
Resulta que un año más tarde o un tiempo no muy superior a mi padre le ofrecen la posibilidad de tener un perro, pues la perra de un amigo se quedo preñada y en honor de la amistad decidió regalarle uno de esos cachorros. Decidimos tenerlo y a la hora de elegir se eligió un cachorro que genero cierta controversia pues mi padre quería macho y mi madre y yo hembra. Al final nos salimos con la nuestra y resulta que la única hembra era de pelo largo pues es algo que puede ocurrir en las camadas. En este caso solo hubo una hembra de pelo largo y el resto todos machos de pelo corto. Mi padre en principio apalabro un macho y días después por presiones se volvió al tema hembra y se decidió por la única perra de la camada.
Como eran perros de pedigrí estaban con su documentación y nombre ya puesto, aunque llego antes la perrita que su documentación y pregunte por su nombre. Mi padre que no se acordaba pues ya tenia ciertos problemas para acordarse de nombres me dijo “Como un baile” y se me encendieron los ojos y dije ¿Polka? Y di en el clavo. Se llamaba Polka pues así la bautizo la hija del amigo de mi padre y con ese nombre se quedó.
Lo cierto es que Polka fue un antes y un después en mi relación con los perros. Era “diferente”. Diréis que “porque fui su amo” y puede que tengáis razón o quizás no. ¿Quién sabe?.
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