En realidad, no se si soy ateo o agnóstico ya que tengo un cacao monumental en ese aspecto. A veces suelo decir algo que es una perfecta estupidez, pero sirve para entenderme a mí mismo y digo que soy ateo de mente y agnóstico de corazón.
El otro día en una página de redes sociales leo a uno de VOX decir que solo los cristianos pueden ser buenas personas.
Yo fui cristiano e incluso estuve a las puertas del seminario así que no voy a decir que mi experiencia con la religión fue mala pues desde el inicio tuve buenas experiencias y afortunadamente tuve contacto con una “religión de mente abierta” y reconozco que aprendí cosas muy buenas.
Aprendí que todos los seres humanos son iguales, aprendí que de debemos ayudar a los demás. Aprendí que debemos cumplir la voluntad de dios y esa voluntad habla de caridad, incluso un sacerdote fue más allá y nos habló de la solidaridad, de ayuda, compromiso, y sobre todo de amar. Se me enseñó que incluso las personas que no cumplen la voluntad de Dios deben de ser queridas mediante numerosas parábolas donde la prostituta que iba a ser lapidada fue salvada por el mismo mesías que decís querer.
Una de las cosas más polémicas que aprendí es que la mejor oración y que más agrada a dios no es la que se dice en misa o arrodillado ante la cama, sino cumplir esas órdenes de dios y estar con los enfermos, con los perseguidos, con los pobres, con los presos, es decir con las personas independientemente de su condición.
Por desgracia pronto me di cuenta que el cristianismo como me enseñaron en su cúpula era muy diferente pues lejos de la caridad con el prójimo le lapidarían si no son como “dios manda” y por ello solo valía la bondad con aquellos que su religión era amar solo a los que amaban al dios de los cristianos a imagen y semejanza de la derecha más retrógrada.
Ese darme cuenta me vino muy bien pues me sirvió para hacerme de izquierdas pues quería para la humanidad todo aquello que me enseñaron en su día, es decir desear bien para todo el mundo, sin preguntar cual eran sus ideas, su orientación sexual, su color de piel, su sexo, etc. Es decir, querer los mejor de lo mejor para las personas y sobre todo cambiar el derecho a la vida que defendéis por el derecho a una vida digna pues una vida sin dignidad no es vivir, es durar.
Por ello deseo a toda la humanidad sin distinción educación, sanidad, vivienda, alimentación, transporte, cultura, libertad sexual… y un largo sinfín de cosas que no se pueden conseguir con esa visión tan limitada de lo que tu entiendes por “amar a dios y amar a la patria”. Tu eres de patria de himnos y banderas y poner fronteras a la ayuda de “los españoles primeros” y yo mi frontera la pongo a la humanidad e incluso para todos los seres incluidos a los que odiáis a otras personas y me odiáis, también quiero que seáis atendidos en hospitales, que no os falte vivienda, que tengáis derecho a educación de calidad, etc., etc., etc. Y aseguro que no voy a preguntar cuando ayude a alguien si vota a VOX o no, veré a una persona pues por mucho que me digáis asesino y me nombréis China, Corea del Norte o la URSS, Paracuellos y me invitéis a conocer Cuba y Venezuela mis deseos son estos y no meter a nadie en gulags ni matarles de hambre y eso incluye a quienes me odiáis pues esas son nuestras ideas y no las tonterías que decís.
Por cierto, ya que eres cristiano y muy cristiano, te voy a decir algo, hay un rojo muy rojo infiltrado entre los cristianos, además es bastante perroflauta en el vestir, y hasta se permite llevar melena y barba, además es inmigrante. Se trata de un tal Chus, uno de Nazareth. Espero que no le lapidéis por “moromierda”.
Perdonarme que termine con un muy emotivo mensaje rojo, pero me parece muy interesante ver como se explica Carlitos explicando lo que es izquierda.
El otro día en una página de redes sociales leo a uno de VOX decir que solo los cristianos pueden ser buenas personas.
Yo fui cristiano e incluso estuve a las puertas del seminario así que no voy a decir que mi experiencia con la religión fue mala pues desde el inicio tuve buenas experiencias y afortunadamente tuve contacto con una “religión de mente abierta” y reconozco que aprendí cosas muy buenas.
Aprendí que todos los seres humanos son iguales, aprendí que de debemos ayudar a los demás. Aprendí que debemos cumplir la voluntad de dios y esa voluntad habla de caridad, incluso un sacerdote fue más allá y nos habló de la solidaridad, de ayuda, compromiso, y sobre todo de amar. Se me enseñó que incluso las personas que no cumplen la voluntad de Dios deben de ser queridas mediante numerosas parábolas donde la prostituta que iba a ser lapidada fue salvada por el mismo mesías que decís querer.
Una de las cosas más polémicas que aprendí es que la mejor oración y que más agrada a dios no es la que se dice en misa o arrodillado ante la cama, sino cumplir esas órdenes de dios y estar con los enfermos, con los perseguidos, con los pobres, con los presos, es decir con las personas independientemente de su condición.
Por desgracia pronto me di cuenta que el cristianismo como me enseñaron en su cúpula era muy diferente pues lejos de la caridad con el prójimo le lapidarían si no son como “dios manda” y por ello solo valía la bondad con aquellos que su religión era amar solo a los que amaban al dios de los cristianos a imagen y semejanza de la derecha más retrógrada.
Ese darme cuenta me vino muy bien pues me sirvió para hacerme de izquierdas pues quería para la humanidad todo aquello que me enseñaron en su día, es decir desear bien para todo el mundo, sin preguntar cual eran sus ideas, su orientación sexual, su color de piel, su sexo, etc. Es decir, querer los mejor de lo mejor para las personas y sobre todo cambiar el derecho a la vida que defendéis por el derecho a una vida digna pues una vida sin dignidad no es vivir, es durar.
Por ello deseo a toda la humanidad sin distinción educación, sanidad, vivienda, alimentación, transporte, cultura, libertad sexual… y un largo sinfín de cosas que no se pueden conseguir con esa visión tan limitada de lo que tu entiendes por “amar a dios y amar a la patria”. Tu eres de patria de himnos y banderas y poner fronteras a la ayuda de “los españoles primeros” y yo mi frontera la pongo a la humanidad e incluso para todos los seres incluidos a los que odiáis a otras personas y me odiáis, también quiero que seáis atendidos en hospitales, que no os falte vivienda, que tengáis derecho a educación de calidad, etc., etc., etc. Y aseguro que no voy a preguntar cuando ayude a alguien si vota a VOX o no, veré a una persona pues por mucho que me digáis asesino y me nombréis China, Corea del Norte o la URSS, Paracuellos y me invitéis a conocer Cuba y Venezuela mis deseos son estos y no meter a nadie en gulags ni matarles de hambre y eso incluye a quienes me odiáis pues esas son nuestras ideas y no las tonterías que decís.
Por cierto, ya que eres cristiano y muy cristiano, te voy a decir algo, hay un rojo muy rojo infiltrado entre los cristianos, además es bastante perroflauta en el vestir, y hasta se permite llevar melena y barba, además es inmigrante. Se trata de un tal Chus, uno de Nazareth. Espero que no le lapidéis por “moromierda”.
Perdonarme que termine con un muy emotivo mensaje rojo, pero me parece muy interesante ver como se explica Carlitos explicando lo que es izquierda.
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