¿Igualdad de derechos?, mejor derechos que nos hagan iguales

La imagen de la derecha es lo que nos convierte en iguales

En esto de los derechos voy a ser magnánimo creyendo algo para todos, a pesar de que me he sentido muchas veces dolido con actitudes egoístas e incluso amenazantes de gente obrera que ante cualquier acción para pelear por unos derechos no solo se muestran pasivos sino que se muestran desafiantes para luego no renunciar a esos hipotéticos derechos que se consigan. Esta actitud siempre cuenta con el apoyo de esa gente bien intencionada pero casi tan perniciosa para lograr libertades como derechos, que se les denomina actualmente con el término “buenrollistas”.

Sin embargo voy a poner matices a esto, no en cuanto a que se distribuyan los derechos según su actitud ante una lucha para conquistarlos, que ya digo que los derechos no estoy dispuesto a entregarlos según su participación en acciones para lograrlos sino mas bien en necesidades de cada persona.

En estos días que se habla de un bebe en el congreso, y se habla tanto de la mujer y su función en la maternidad con diferentes puntos de vista a veces te sorprende leer frases que dicen que si a una mujer se le dan derechos por ser madre, el padre debería tener los mismos derechos de padre.  No estoy para nada de acuerdo. La igualdad es el fin, no el medio, todos tenemos que acabar iguales, y cualquier persona tiene que acabar en igualdad con otras independientemente de cualquier condición, sea de discapacidad, edad, maternidad, sexo…

En el dibujo que añado en este artículo se ve claro, no es igualdad el dar igual número de cajas aunque así lo indique el dibujo, igualdad es que todos vean el partido  y todos tengan medios para ellos. Iguales les hace poder ver el partido no el que todos reciban el mismo numero de cajas.