Pensamientos y pesares

En este blog, daré cabida a pensamientos personales sobre diferentes temas sin mas pretensión que dar vía libre a mis pensamientos y sentimientos.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

De emigrantes e inmigrantes

Teodoro Zuazua, ayudo muchísimo a los inmigrantes
“Extranjero es lo que llama el que llega al que viene detrás suyo”. Esta frase se la escuche a un iraquí que iba en una candidatura municipal.

La emigración-inmigración nunca ha dejado de estar presente. Por desgracia la historia ha dado montones de motivos para que la gente deje la tierra que le vio nacer como guerras, hambrunas, persecuciones…

Hay dos tipos de personas que “llegan” el que se tiene que arrodillar ante nosotros y el que nos arrodillamos ante él. Pongamos un ejemplo. Supongamos que escuchamos que va a venir una familia de rumanos a nuestro barrio seguro que no es lo mismo que nos digan que son gente pobre que nos digan que esos rumanos son la familia de un famosísimo delantero centro de futbol.

Cuando el que llega es el que viene con una mano delante y otra detrás, enseguida empezamos con el “no se integran”, “vienen delincuentes”, “nos roban el trabajo” pero hagamos un poco de memoria.

Seguro que la inmensa mayoría de los que tenemos algunos años, muy especialmente los que vivimos o hemos vivido en lugares como Cataluña, Madrid o Euskadi tenemos gente que en su día dejo su tierra de origen y se movió. Esto siempre genero conflicto. Muchas veces incluso dejar el pueblo para ir a la capital de la misma provincia genero sentimientos de rechazo.

La gente del pueblo tenía una dualidad como explica Caro Baroja en su libro “de la vida rural vasca”pues la gente de pueblo tenía un cierto sentimiento de ser ignorantes respecto al que se iba a la ciudad pero a su vez creían que la ciudad afeminaba a los hombres y se volvían vagos.

Por otra parte cuando alguien del pueblo llegaba a la ciudad siempre estaban con la falta de higiene y el tema de que llegan paletos.

Yo también me considero emigrante, deje mi tierra Euskadi para ir a Cantabria. Y soy hijo de emigrantes pues mis padres nacieron en su día en comunidades autónomas diferentes y acabaron en Euskadi. A pesar de ser comunidades cercanas he visto numerosos rifirrafes que les atribuimos hoy en día. Voy a exponer alguna:

Son ladrones: Quien hoy en día sale de casa, normalmente lo hace con algún sostén económico, quienes emigraron en décadas anteriores venían sin recursos. Hubo gente del espectáculo que recordando sus humildes orígenes reconoció hacer pequeños hurtos. Por ejemplo y citar el único que recuerdo en este momento, Andrés Pajares (dejando de lado el mensajero y quedándonos con el mensaje) contaba como hacia hurtos en el mercado para poder comer. Yo viví en zonas de caseríos y decían que cuando llegaron los primeros de fuera dejaron de tener las casas abiertas y empezaron a cuidar las huertas. Mi madre mas de una vez vio como le desaparecia la leche de la puerta (Entonces el lechero iba de casa en casa y dejaba la leche en la puerta)

Son violentos: En los años de la emigración a América, en lugares como Cuba (cito Cuba porque es el único lugar del que tengo testimonio) la lejanía del hogar, la enorme soledad y muchas veces la frustración de llegar con la idea de hacerte rico sin conseguirlo, empujo a muchos al alcohol. Muchas veces acababan discusiones de taberna en reyertas con armas blancas de por medio.

Viven hacinados: Contaba Imanol Arias, que cuando el llego en su casa vivía muchísima gente pues se habían juntado varias familias para vivir juntas. Mi madre vivió algo parecido aunque eran todos familiares. Hubo en el pueblo bizkaino de Ermua un sacerdote llamado Teodoro Zuazua que se preocupo enormemente de la emigración llegada de otras comunidades autónomas, gastando su importante herencia familiar en acoger a esta gente. Aquí se ve parte de su enorme bondad y de cómo narra de forma breve lo que pasaba en la Euskadi de hace medio siglo. http://www.buenastareas.com/ensayos/Teodoro-Zuazua/6931469.html
Tienen falta de higiene: Cualquiera que sepa un poco de cultura popular sabe que hasta hace dos días la higiene ha brillado por su ausencia. Como mucho se usaba la palangana y no todos los días. La ducha era algo que en muchas casas ni había, y mucho menos bañera.

Nosotros íbamos con papeles: Esto no siempre fue así. Hubo quien por simple aventura, persecución política, o incluso impaciencia, se fue sin ningún tipo de documentación legal.

Nos roban el trabajo: Escuche decir a un trabajador emigrado a Alemania, que también tuvieron quienes les miraron con desprecio por trabajar de forma barata. Hoy en día hay gente emigrada a otros países que les acusan de lo mismo. En su día quienes llegaron a Euskadi también levanto cierto resquemor pues algunos decían que preferían tener a los vascos en los caseríos y meter a los de fuera en al industria.

No se integran: Vayamos por partes, por un lado en la emigración al exterior, conozco bastante gente que emigro a Suiza o a Alemania y estuvo varios años y volvió sin conocer el idioma, por otra parte la emigración entre comunidades también ha dado escenas similares. Por desgracia hay una desidia cultural enorme, y eso hace que una persona que vaya de una comunidad a otra se piense que ya está integrada por “estar en España” pero no es así ni mucho menos, a veces incluso viajando dentro de una misma comunidad aunque sea un provincial como es la de Cantabria ir de una comarca a otra como puede Vega de Pas y Castro por citar dos lugares relativamente alejados y uno de costumbres ganaderas y otro de costumbres marineras, estoy convencido que quien llega no mostrara interés en aprender del otro. En esto nos e trata de olvidar sus orígenes. Yo trato de ser un vasco en Cantabria.

Desprecio por el lugareño: El desprecio del lugareño hacia el que llega es obvio y evidente, asi que no hablare de ello. Pero también muchas veces el que llega desprecia al que está antes que él. Por poner un ejemplo. Un mal recuerdo de mi niñez es cuando yo era despreciado por “vasco”. Mis padres me inculcaron que yo era vasco, no por nacionalismo, ni nada similar, sino de la misma manera que quien nace en Extremadura es extremeño y quien nace en Murcia es murciano, quien nace en Euskadi es vasco. Esto me costó algún rifirrafe infantil pues los pueblos vascos de los 70 estaban “ordenados” pues generalmente cada pueblo vasco tenia gente de una serie de pueblos de otras comunidades sin más motivos que llegaba una persona le gustaba el lugar y se quedaba y hacía correr la voz a los de su entorno y se iban varios para allí.

Donde yo vivía la población venida de fuera sobrepaso totalmente a la población local y a pesar de que yo también descendía de gente de fuera, muchos niños no querían estar conmigo por “vasco”, luego cambie de pueblo a otro más rural y simplemente por contagio infantil caí en el error de reírme de la población autóctona. A la gente de los caseríos les llamábamos “aldapas” como forma abreviada de “aldeano” y a veces incluso después de clase hacíamos autenticas barbaridades. Recuerdo que donde cogíamos el autobús escolar había un campo de nabos y continuamente los arrancábamos para lanzárnoslo entre nosotros. Luego cuando el propietario de esos nabos se dio cuenta de lo que hacíamos y empezó a perseguirnos, se empezó a tomar como un deporte el arrancar los nabos para reírnos del aldeano. Durante toda mi vida estudiantil usamos a los caseros como “Marianicos el corto”. No reiamos de su "peculiar forma de hablar" a veces llega al absurdo de que muchos comentan mi "peculiar" acento heredado de aquellos de los que nos reiamos.
Viendo esto. ¿Podemos seguir creyendo que somos mejores?

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