Pensamientos y pesares

En este blog, daré cabida a pensamientos personales sobre diferentes temas sin mas pretensión que dar vía libre a mis pensamientos y sentimientos.

domingo, 28 de febrero de 2016

Mirando culos

Es una fruta para evitar censuras
Últimamente estamos acostumbrados a ver el machismo en todas las partes, a veces con razón, otras veces agrupado en ese vago termino de “micromachismo”. Hoy me ha sorprendido leer que mirar el culo a una chica lo es.

Como pecador soy y reconozco que miro culos  me he sentido perplejo ante esta afirmación.

Mirar el culo a una chica no lo considero más que una expresión de la sexualidad, otra cosa es como se expresa esa sexualidad. No es lo mismo seguir a una chica mirándola el culo lo que podría ser considerado acoso, que mirarla de refilón, o simplemente mientras caminas que tu vista se fije en uno.

Yo personalmente me doy cuenta de que mi forma más habitual de mirar el culo es casi de “piloto automático” muchas veces ni tan siquiera soy consciente de ello. Voy pensando en mis cosas y mientras voy en mis “mundos de Yupi” la vista se fija en el trasero de una mujer sin ser muy consciente de ello.  En ocasiones también cuando pasa una chica a mi lado que me parece atractiva la miro. Sin embargo no veo que en mi actitud pueda haber algo de machismo de “yo soy hombre y por lo tanto tengo derecho a mirar tu cuerpo” pues el derecho lo considero de por sí, de la misma manera que puedo mirar cualquier otra cosa que pase por mi vista.

Sin embargo si detesto al que mira persiguiendo a una mujer o el que lanza frases molestas. Sin embargo a este no le considero tampoco machista, le considero algo peor, acosador. Este tipo de personas que no saben controlar su sexualidad de una forma sana, son los que creo que sobran. Yo seguiré mirando traseros, a veces siendo consciente de ello, otras veces en modo “piloto automático” pero siempre con respeto. De la misma manera que si veo un escaparate y hay algo que me gusta miro, lo seguiré haciendo pero de la misma manera que lo que hay en el escaparate porque me atrae no entro a robarlo, seguiré respetándolo. Podréis decirme de todo, pero desde luego que en ese aspecto tengo la conciencia limpia sobre el tema machismo.

sábado, 27 de febrero de 2016

Dios VS Lucifer

¿Estamos del lado del bueno?
Hace unos idas moría Umberto Eco. Reconozco no haber sido gran lector de él, y su único libro que he leído es “en que creen los que no creen” cuyo texto esta compartido con el entonces arzobispo de Milán Carlo Maria Martini y hay un debate interesante sobre la fe. 

En uno de los capítulos de este libro se dice algo así como “¿Están seguros los que creen de que creen y los que no creen de que no creen?” llegando a la conclusión en el libro, (no recuerdo quien de los dos hace este análisis) de que ni los creyentes están seguros de creer noi los ateos de no creer.

Yo reconozco tener un cacao en mi cerebro impresionante sobre este tema, me considero ateo de pensamiento pero agnóstico de corazón. Si bien mi cerebro dice que creer es tan absurdo como creer en Blancanieves  y los siete enanitos  hay otra parte de mí que dicta que es absurdo entender este mundo sin un “algo” que lo haya montado.

Voy a ponerme a pensar que hay “algo” y aceptar que  este “algo” nos maneja de alguna manera.  Si acepto este algo viendo las cosas que veo, yendo a una mitología cristiana por citar la que mas conozco me vienen a la mente dos frases. Una recogida en la obra de José Luis Coll en su obra “El hermano bastardo de dios” donde desde su infantil mirada no entendiendo como su concepto de dios permite tantas injusticias lanza la hipótesis de que es cosa de un hermano bastardo de dios el que permite esas atrocidades. Otra frase la leí en un libro sobre el culto al diablo donde los luciferinos marcaban distancias con el satanismo, pues aseguraban que Lucifer viene de “el que trae la luz” y este es un ser bondadoso que ama los hombres. Mientras que el dios de la biblia priva al hombre de conocimiento y placer pues ya desde el mismo génesis prohíbe el fruto que les daría conocimiento a Adam y Eva, Lucifer no niega ese conocimiento al hombre y no prohíbe cosas que generan placer al hombre como la sexualidad o la gula. Este libro sostiene que hemos rezado al dios equivocado demasiado tiempo. Yo cada día pienso más en lo mismo. Hoy me han contado una calamidad a alguien que conozco y viendo el injusto trato sobre los seres humanos pienso que si alguien pretende que hay un dios ese es un dios bastardo, o al menos se ha perdido el tiempo rezando a un dios equivocado.

lunes, 22 de febrero de 2016

Crónica de un hombre sabio

Hay veces que el Facebook te muestra textos geniales, este es uno de ellos del genial José Saramago . El texto íntegro y ampliado que fue su discurso de aceptación del Premio Nobel ante la Academia sueca se puede leer en este artículo.

Criando lechones con biberón
Se llamaban Jerónimo Melrinho y Josefa Caixinha esos abuelos, y eran analfabetos uno y otro. En el invierno, cuando el frío de la noche apretaba hasta el punto de que el agua de los cántaros se helaba dentro de la casa, recogían de las pocilgas a los lechones más débiles y se los llevaban a su cama. Debajo de las mantas ásperas, el calor de los humanos libraba a los animalillos de una muerte cierta. Aunque fuera gente de buen carácter, no era por primores de alma compasiva por lo que los dos viejos procedían así: lo que les preocupaba, sin sentimentalismos ni retóricas, era proteger su pan de cada día, con la naturalidad de quien, para mantener la vida, no aprendió a pensar mucho más de lo que es indispensable. Ayudé muchas veces a éste mi abuelo Jerónimo en sus andanzas de pastor, cavé muchas veces la tierra del huerto anejo a la casa y corté leña para la lumbre, muchas veces, dando vueltas y vueltas a la gran rueda de hierro que accionaba la bomba, hice subir agua del pozo comunitario y la transporté al hombro, muchas veces, a escondidas de los guardas de las cosechas, fui con mi abuela, también de madrugada, pertrechados de rastrillo, paño y cuerda, a recoger en los rastrojos la paja suelta que después habría de servir para lecho del ganado. Y algunas veces, en noches calientes de verano, después de la cena, mi abuelo me decía: "José, hoy vamos a dormir los dos debajo de la higuera".

Había otras dos higueras, pero aquélla, ciertamente por ser la mayor, por ser la más antigua, por ser la de siempre, era, para todas las personas de la casa, la higuera. Más o menos por antonomasia, palabra erudita que sólo muchos años después acabaría conociendo y sabiendo lo que significaba. En medio de la paz nocturna, entre las ramas altas del árbol, una estrella se me aparecía, y después, lentamente, se escondía detrás de una hoja, y, mirando en otra dirección, tal como un río corriendo en silencio por el cielo cóncavo, surgía la claridad traslúcida de la vía lactea, el camino de Santiago, como todavía le llamábamos en la aldea. Mientras el sueño llegaba, la noche se poblaba con las historias y los sucesos que mi abuelo iba contando: leyendas, apariciones, asombros, episodios singulares, muertes antiguas, escaramuzas de palo y piedra, palabras de antepasados, un incansable rumor de memorias que me mantenía despierto, al mismo que suavemente me acunaba. Nunca supe si él se callaba cuando descubría que me había dormido, o si seguía hablando para no dejar a medias la respuesta a la pregunta que invariablemente le hacía en las pausas más demoradas que él, calculadamente, le introducía en el relato: "¿Y después?". Tal vez repitiese las historias para sí mismo, quizá para no olvidarlas, quizá para enriquecerlas con peripecias nuevas. En aquella edad mía y en aquel tiempo de todos nosotros, no será necesario decir que yo imaginaba que mi abuelo Jerónimo era señor de toda la ciencia del mundo. Cuando, con la primera luz de la mañana, el canto de los pájaros me despertaba, él ya no estaba allí, se había ido al campo con sus animales, dejándome dormir. Entonces me levantaba, doblaba la manta, y, descalzo (en la aldea anduve siempre descalzo hasta los catorce años), todavía con pajas enredadas en el pelo, pasaba de la parte cultivada del huerto a la otra, donde se encontraban las pocilgas, al lado de la casa.

Mi abuela, ya en pie desde antes que mi abuelo, me ponía delante un tazón de café con trozos de pan y me preguntaba si había dormido bien. Si le contaba algún mal sueño nacido de las historias del abuelo, ella siempre me tranquilizaba: "No hagas caso, en sueños no hay firmeza". Pensaba entonces que mi abuela, aunque también fuese una mujer muy sabia, no alcanzaba las alturas de mi abuelo, ése que, tumbado debajo de la higuera, con el nieto José al lado, era capaz de poner el universo en movimiento apenas con dos palabras. Muchos años después, cuando mi abuelo ya se había ido de este mundo y yo era un hombre hecho, llegué a comprender que la abuela, también ella, creía en los sueños. Otra cosa no podría significar que, estando sentada una noche, ante la puerta de su pobre casa, donde entonces vivía sola, mirando las estrellas mayores y menores de encima de su cabeza, hubiese dicho estas palabras: "El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir". No dijo miedo de morir, dijo pena de morir, como si la vida de pesadilla y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviese recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada. Estaba sentada a la puerta de una casa, como no creo que haya habido alguna otra en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ése fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver.

José Saramago

domingo, 21 de febrero de 2016

Vascofobia

Pintada del municipio de Ribamontán al Mar
Estoy aburrido de vascofobia, no es la primera vez que escucho una frase hiriente, o al menos molesta hacia los vascos.  A veces se hacen bromas algo molestas sobre mis ocho apellidos NO VASCOS cosa que aseguro que en Euskadi no solo no pasa, sino que se considera de muy mal gusto.

Esta mañana he escuchado una conversación en que uno mas o menos decía a otro que los cántabros somos gilipollas por permitir que aquí trabaje todo Cristo mientras que en Euskadi o Cataluña  o sabes euskera o catalán o no puedes trabajar. No es la primera vez que escucho algo así, a veces incluso espoleadas por políticos de la talla de Revilla que hacen frases vascófobas en este sentido.  He estado en entrevistas de trabajo donde al escuchar mi “acento sudamericano” (lo de sudamericano aseguro que me lo dicen mucho, esta semana me he enterado que mis compañeros de clase de un cursillo del INEM  especulaban con que era colombiano) me preguntaron de donde eran y al decir que vasco que es algo que he borrado de mi currículo , he visto torcer el gesto, incluso en una ETT donde al entregar uno, la chica que me atendió me dijo ¿Pero tú eres vasco? Como si esto tuviera algo que ver en la contratación.

Hoy como si se tratara de una casualidad me he encontrado en el suplemento” XL semanal” que se distribuye con varios periódicos en este caso con “El diario montañés” el siguiente artículo, que si bien no lo considero vascófobo pues no dice que los vascos nos e les permita trabajar en Cantabria si me parece interesante.

El texto dice:

“El otro día encontré en una consejería del Gobierno regional un par de funcionarios vascos. ¡Qué bien! Esto es España, igualdad de oportunidades para todos. Me dicen que parte de los 'mandamases' de sanidad son de fuera. ¡Qué bueno! Será que se busca personal meritorio. Luego un familiar me recuerda que para opositar en el País Vasco has de saber euskera, en Cataluña tres cuartos de lo mismo con el catalán. ¡Qué bien! Estas regiones defienden su cultura e idiosincrasia. En Cantabria nos encontramos con que el paro no mejora, los puestos de trabajo los ocupan con facilidad los de fuera, y los de aquí tienen difícil trabajar en el pueblo de al lado... ¿Será que aquí no hay personal competente? O quizá haya que imponer en las oposiciones unas mejoras que defiendan nuestra idiosincrasia y compensen la desventaja que supone para opositar fuera conocer solo el lenguaje castellano. Se podría preguntar qué es 'chón', 'pindio' o 'balda', o la diferencia entre bocarte, anchoa y boquerón. O quién era Pichucas el del muelle o dónde está el pico Tres Mares (por proponer simplicidades). Aunque no sea más que por interés, añadir en las oposiciones un examen de cantabricidad. La caridad bien entendida empieza por uno mismo.”

Vayamos por partes.

  1. Hay mas cántabros trabajando en Euskadi que vascos trabajando en Cantabria, algunos llevan años afincados en Euskadi, otros se desplazan a diario.
  2. Estoy de acuerdo que debería haber un mínimo de cultura cántabra entre los funcionarios del gobierno autonómico (que no regional)  pero me temo que si hacemos un examen me temo que muchos “cántabros de pura cepa” no lo pasarían.
  3. Hay un componente de rechazo hacia las culturas autonómicas.  Entendemos que se pida en una empresa un idioma sea inglés, francés, alemán, italiano o el que sea porque tienen clientela que habla es alengua y no se entiende que en un trabajo en una comunidad autónoma donde mucha población se siente a gusto hablando algo diferente del castellano se pida esa lengua.
  4. Los cántabros afincados en Euskadi aseguro que no son ni mejores ni peores que los vascos que están en Cantabria. Por desgracia el que recibe pide integración pero el que llega tiene esquemas mentales que en vez de buscar el adaptarse al lugar donde llega, prefiere que ellos se adapten a él. Es muy mítico escuchar la frase “hablar en euskera cuando alguien no lo sabe es de mala educación” y realmente lo es pero nadie se plantea que llevar años e incluso décadas en un lugar sin haber hecho nada por aprender la cultura del lugar no es de muy buena educación que digamos.  Ni tan siquiera cuando vamos al pueblo de al lado hacemos lo más mínimo por conocerlo.

Yo soy un hijo de la emigración política y económica, podía el azar haberme hecho nacer en vete a saber que otro lugar, pero naci vasco y si algo he visto que defectos y virtudes nos igualan a un lao y otro de la frontera tanto por parte del “llegao” como del de “soy de aquí de toda la vida”

miércoles, 17 de febrero de 2016

¿Cuánto duele un golpe verbal? ¡STOP ACOSO!

Ni con niños, ni con adultos
Ayer leí este interesante artículo donde dice una cosa muy cierta, que muchos de los que somos más beligerantes con los casos de acoso y competimos a ver quien es más justiciero en sus mensajes de las redes sociales en su día fuimos también verdugos o en el mejor de los casos cómplices y es cierto.

Sin embargo pensamos que esas cosas del acoso solo pasan en la niñez y no es cierto, también en la edad adulta. Hoy mismo la profesora que nos da clases en un curso del INEM que es psicóloga de profesión ha hablado sobre esto y ha comentado que en la edad adulta los “golpes verbales” son más duros que en la infancia y no sé si será cierto pero si se que por muy adulto que seas esas mal llamadas bromas, pues bromas es cuando las dos partes se ríen, pueden herir muchísimo, y sentir como si te golpearan una y otra vez incluso durante años. Lo peor es que en este juego de las mal llamadas bromas, todo el mundo también suele tener su papel bien de víctima, bien de verdugo o bien de cómplice y muchas veces se le ríen las gracias al verdugo que explota alguna debilidad de la victima para sentirse bien mientras la víctima es destrozada.

Yo por mi parte he decidido no entrar más en ese juego ni de víctima, ni de verdugo, ni de cómplice pues reconozco a lo largo de mi vida haber sido las tres cosas.


martes, 16 de febrero de 2016

Citas a ciegas con libros

El magico mundo de los libros
Hoy a través del muro de uno de  mis contactos me he enterado que en la biblioteca central de Cantabria hay unos sobres opacos con libros metidos dentro.  Como única pista son tres palabras que te dicen más o menos de por dónde pueden ir los tiros de su contenido.

Esta es una iniciativa para fomentar la lectura de libros que jamás hubieses leído. 

Pena que donde vivo no haya una biblioteca. De momento me conformare con mi club de lectura. Al fin y al cabo soy tan ignorante que desconozco todos los autores que se manejan en el club de lectura donde estoy. 


Así son estos sobres

lunes, 15 de febrero de 2016

Si yo fuera rico...

Interesante pregunta
El otro dia salio entre amigos la conversacion el tema de tener un premio enorme de loteria, de millones de euros, que hacer con tantisimo dinero. Lo cierto es que a mi no se me ocurre nada pues ya he renunciado a cosas que antes me proporcionaban placer y ahora ciertamente muy pocas cosas me hacen ilusion. Quizas solo una casa donde pueda tener una habitacion enorme para mis cosas como libros o colecciones entre otras cosas. No se si esto que estoy diciendo  lo digo ahora porque no me he visto en la tesitura de tener muchisimo dinero y si me tocara  mucho dinero me pondria a gastar como un poseso pero ahora que estoy fantaseando solo me viene a la mente una casa, ni coches, ni yates, ni jets privados…

Quizás lo que haría seria repartir el dinero entre familiares y amigos aunque de una forma algo especial. A mis familiares si les daría el dinero en metálico, a mis amigos, quizás más que dinero les daría algo material que les solucionara algún problema como puede ser una casa, un coche si es por necesidad y no por placer, algún tratamiento para alguna enfermedad que padezcan…

Reitero una vez más, no sé qué pasaría si me tocaría la un premio de muchísimo dinero pero seguro que tendría en cuenta a mis amigos. Lo que si estoy muy seguro es que si tendría la certeza que un número de lotería fuera a tocar, compraría lotería para la gente que merece la pena.

¡Por fin lunes!

La rutina es muy dañina
Cuando se está en paro hay varios problemas de todo tipo especialmente psicológicos, y económicos. Uno de ellos que contribuye a dañar especialmente el aspecto psicológico es que todos los días son iguales. Vives en un permanente “sábado”. Cuando algo rompe esa rutina aunque sea un simple cursillo del INEM te alegras porque las semanas vuelven a tener  todos sus dias, incluido el jodido lunes.

viernes, 12 de febrero de 2016

jueves, 11 de febrero de 2016

Hace dos mil años se reían de Sócrates y seguimos igual


Busto de Socrates
El otro día escuchando la radio me entere que Sócrates en su tiempo era ridiculizado por su apesto físico. La forma de rebatir sus ideas en vez de hacerlo mediante razones  era ridiculizando su aspecto físico. Su obesidad, su cuerpo rechoncho y su nariz chata era motivo de burla. Hoy en día lejos de haber avanzado seguimos igual a todos los niveles pues volvemos a usar las mismas tácticas para destruir a la persona en vez de argumentar contra esos aspectos del otro que nos resultan molestos o contradictorios.  Los casos más conocidos los tenemos en la política donde la simple indumentaria puede ser motivo de descredito, pero ya desde la niñez aprendemos a tatarear soniquetes como “Gordito relleno, con pan y veneno” entre otras humillaciones infantiles que nos advierten que tener cierta estética te convierte en un apestado. Dos mil años en los que no hemos evolucionado en este aspecto y es que es mas facil ridiculizar que pensar.

miércoles, 10 de febrero de 2016

¿Cuánto vale la vida de una persona? ¿Cuánto vale la vida de un animal?

El caso de Excalibur genero polemica
Estos últimos días he tenido unos días “distintos” debido a la meningitis de mi perra. Se me ocurrió la idea de colgar la foto de mi perra enferma en facebook y recibí montones de comentarios además de numerosos whatsapps e incluso alguna llamada cosa que me alegro y me reconforto en estos momentos “especiales”.

Sin embargo una de las personas que comparten mi red social que está pasando un momento difícil me confesó que se sentía muy dolida con su entorno viendo que está pasando una situación difícil en soledad, mientras que si se presenta un animal las reacciones de simpatía y solidaridad son muchas.

Me encantan los animales, no lo niego, y me gusta que la gente los respete, pero también es cierto que tengo mis más y mis menos con la gente que se define como animalista. Por un lado valoro su labor pero por otro lado admito como listón máximo el que los animales como seres que sufren deben tener los mismos derechos que las personas, y digo como listón máximo, no que yo llegue a él, pero no puedo aceptar que hay gente que les pone por encima de los derechos de las personas e incluso muestran un rechazo a las personas, y quienes considero que tras su amor a los animales esconden su fracaso como personas.

Sin embargo volviendo al hilo de esto y haciendo una critica también hacia a mi mismo que no oculto mi complicidad en ello, ¿Por qué somos tan poco empáticos con las personas y si con los animales? No estoy invitando a dejar de lado la empatía hacia los animales, sino de ser conscientes de que hay gente que pasa por situaciones difíciles, y también hacer sentir un hombro amigo es una gran ayuda y como mínimo tan importante como apoyar a un animal. Aprovecho para entonar un enorme “mea culpa” pues se que en esto no suelo estar a la altura. También aprovecho para agradecer vuestro bien intencionado apoyo. Gracias de corazón.

martes, 9 de febrero de 2016

Breve reflexión sobre el perdón


El perdón mas dificil
Se habla mucho en los conflicto del perdón tanto para pedirlo como para concederlo, pero ¿Qué pasa cuando el perdón tanto en el acto de pedirlo y concederlo es para uno mismo? ¿Qué pasa cuando una persona se convierte en víctima y verdugo de si misma?

Esto que escribo esta basado en la las reflexiones de un terrorista encarcelado, pero que en cierta manera siento que como personas todos tenemos un poco de ese dilema.


domingo, 7 de febrero de 2016

Errores que cometemos los lectores de libros

Mítico postureo lector (imagen de moderna del pueblo)
Muchas veces, demasiadas veces, quienes leemos libros nos creemos un peldaño por encima del común de los mortales. Creemos que todo aquel que no lee es un pobre ignorante. Sin embargo veo que quienes no leen no siempre tienen una capacidad de razonamiento baja y un lenguaje deplorable. Veo a través de las redes sociales que hay gente que lee que escribe en lenguaje “SMS” y gente que no lee que escribe con mejor corrección que muchos lectores. Creo que muchos no hemos entendido para qué es la lectura, la lectura no debe ser como la usamos muchos, como algo que de prestigio social de”yo leo y tu no” y creo que no es para eso si no para disfrutar con ella.

Entre la gente a la que miramos por encima del hombro  por no leer hay de tres tipos, el que es “inculto voluntario”, es decir esa persona que se enorgullece de ser inculto y utiliza su falta de cultura con cierto orgullo, el que no pudo acceder a la cultura por el motivo que sea y no le ha quedado más remedio de ser como es, y el que no lee porque por el motivo que sea no encuentra placer en la lectura y no hace alarde de ello.

Otro error que cometemos es creer que hay libros de primera y de segunda clase. Como digo arriba la lectura es para disfrutar. Y no para colgarse medallas de “Yo he leído el Quijote  y tú no has llegado más allá del código Da Vinci “. Yo me he leído el Quijote y el código Da Vinci y si tendría que releer alguno antes releo el código Da Vinci porque me proporciona mas placer releerlo que el Quijote.  En este apartado meto también el tener cultura de clásicos. Haberme apuntado a un club de lectura me ha hecho consciente de mi enorme ignorancia. El trabajar siempre con libros clásicos de la talla de Baroja,  Sénder, Cela, Delibes, García Márquez, Hesse, Hemingway… ha hecho sentirme como un marcianos entre gente que nombra a autores actuales y que para mí me suenan a chino. Hay mucho autor cuyo único delito para clasicorros como yo es aun estar vivos y que ha generado grandes obras que han sido vetadas por mi ignorancia.

Un último error y este es el que más padezco y reconozco en este punto sentirme totalmente identificado es el de los lectores que leemos obras científicas, antropológicas, filosóficas, etc., pues nos hemos convertido en auténticos plastas. Creemos que porque algo nos gusta y nos apasiona, a todo el mundo debe de gustarle y muchas veces nos volvemos monotemáticos, desviamos temas a nuestro terreno y nos volvemos soporíferos. Luego esta un error que en mi caso digo con cierto orgullo que me es ajeno que transmitimos esos temas con cierto orgullo de “superioridad cultureta” cuando en realidad lo que hay que hacer es primero tener alguien a quien le interese y segundo transmitirlo con cariño a esos conocimientos.

A modo de resumen leamos y dejemos leer o no leer, y si algo nos gusta busquemos con quien compartir eso que nos interesa en vez de ir de erudito por la vida.

miércoles, 3 de febrero de 2016

Hombres invisibles

Todos tenemos sentimientos aunque los ocultemos
Estoy muy acostumbrado a leer en redes sociales textos donde se habla sobre la mujer, sobre sus miedos, inseguridades, injusticias… sin embargo nadie escribe sobre hombres, parece ser que el hombre no tiene miedos, inseguridades, no  e cometen injusticias sobre él, no tiene miedos, no se le juzga por su físico, no se le cosifica.  Etc.

Los hombres al igual que las mujeres tenemos nuestros miedos e inseguridades e incluso también sufrimos violencia por parte de las mujeres, aunque en esto se lleven las mujeres la peor parte, no es cuestión de números sino de justicia.

Todo el mundo repara en las Barbies y en lo mal diseñadas que están pero nadie repara en algunos muñecos infantiles que muestran modelos masculinos.  Todo el mundo habla de las mujeres obesas pero nadie habla de los obesos. Incluso cuando se habla de igualdad se soluciona no quitando la injusticia hacia las mujeres sino sometiendo al hombre a las mismas injusticias. Por ejemplo muchos ven eso concursos de belleza como algo denigrante para las mujeres y realmente lo es, ¿Cuál es la solución?, pues muy fácil tener además de una miss un mister por no hablar del tema estético. Se pretende que la mujer sea una gran consumidora de productos de belleza, y ahora al hombre se le obliga a pasar por el mismo tamiz pues que el hombre sea consciente de que el hombre deba renunciar a su aspecto para “mejorarlo” da dinero a las empresas de belleza.

La sociedad tiene asumida desde la niñez que hay cosas imperfectas y desde la niñez se utilizan como arma de marginación y acoso. Creo que muy pocos podemos tirar la primera piedra si hablamos de no haber usado palabras despectivas en nuestra infancia hacia un niño obesos, con las orejas prominentes, nariz larga, dientes salidos o cualquier particularidad que ya desde niños sabemos que no son “buenas”. La madurez no cambia eso, simplemente te dicen como no debes de ser y que lo puedes coneguir no serlo soltando por el camino unos cuantos billetes.

El hombre sigue siendo invisible en esta guerra y que no levante la voz no vaya a ser que se pierdan dividendos en algún sitio.

Voy  añadir un texto que me he encontrado esta mañana en facebook y que me ha hecho reflexionar, pues habla sobre las dos caras de la moneda.
Marina llega al instituto de secundaria. Lleva un bolso cargado con su vida. Viene a hacer un taller con chavales y chavalas de 15 y 16 años. Les pide que dibujen a tamaño real y desnudos a su hombre y su mujer ideal. Dibujos espectaculares. Él: tío cachas, moreno, ojos claros y miembro generoso y depilado. Ella: rubia, con ojazos, buenas tetas y buen culo. Risas entre el auditorio. Ellos se explican: «Que tenga buen culo para agarrarla bien, que sea más bajita, simpática, inteligente, y lo más importante, activa sexualmente, pero solo conmigo, no en general».

Y ahí Marina inicia su exhibición: «Pero no todo va a ser cuerpo, si no yo no me comería un rosco. En todas las clases tengo la esperanza que me dibujen, y nunca lo hacéis». Caras de póquer. «Replicáis un estereotipo. Yo estoy gorda y me gusta. Y me miro al espejo y me digo: 'Qué guapa te has levantado esta mañana'. Pero a mí no me dan trabajo por ser gorda». «¿Quién nos dice cómo tenemos que ser?». Un chaval, de los que antes se reía, se lanza al ruedo y reflexiona. «La sociedad nos lo impone. Que el hombre no puede fallar, no puedes llorar, tienes que ser fuerte».

Marina aplaude, pero no se conforma. Habla de películas, las de Disney, donde las princesas necesitan ser salvadas. Luego, de adolescentes, 'Crepúsculo', donde es maravilloso morir por amor. O la televisión que fomenta estereotipos masculinos y femeninos vacíos. Remata la función con letras de canciones actuales: «Si el amarte me cuesta la vida... Probarte es un acto suicida», «entera y tuya, aunque mi vida corra peligro», «una mujer que no diga ná...». Los chavales ya han dejado el cachondeo a un lado. Y lo tienen claro: «La mujer es utilizada como objeto sexual».

Un paso al frente

Marina lo ha conseguido. Falta la guinda y les pregunta: «Y, ¿cómo me veis?». Los muchachos, en menos de media hora, ya la admiran: «Te haces valer», «estás segura de ti misma», «tienes carácter», «no te importa lo que piensen los demás». Ella se gusta: «¿Nadie va a decir que estoy buena?». Últimas risas, los tiene en el bolsillo... antes de que les suelte: «Vale, pues me maltrataron». Silencio. «Fui víctima de violencia de género a los 15 años, como vosotros. De los 15 a los 19. A mi me manipuló, me chantajeó, me insultó, me humilló, me pegó, me escupió, me violó, me quemó, me pegó otra vez, otra vez y otra vez. Y me daba igual». Las caras de los chavales no dan crédito.

Marina ha dado un paso al frente, como las valientes que deciden abrir un camino no explorado. No quiere dar pena. Quiere que el maltrato no sea un estigma para nadie. Por eso no tiene miedo de explicar su historia en 'prime time'. Su testimonio es un tesoro. Y puede conseguir más que mil campañas de concienciación. Que nadie piense: «Pobrecita, Marina». No. Que piense que su ejemplo nunca lo van a olvidar.

martes, 2 de febrero de 2016

La otra cara del “Sálvame”

Salvame se ve como un icono de la incultura
En ningún caso quiero defender este tipo de programa que me parece indecente, pero si quiero decir algo que me hizo pensar a través del testimonio de una chica joven.

Esta chica hablo que cuando despreciamos a la gente del “Sálvame” o el trato que damos de cierto desprecio a la gente del programa “Callejeros”, no tiene ninguna gracia cuando esa gente son tus vecinos.

Es fácil despreciar a ese tipo de incultura cuando hemos tenido una vida relativamente fácil en lo que se refiere a adquirir cultura pero cuando uno se ha criado en un barrio marginal donde antes estaba el aprender el cómo llenar el plato antes que saberse los números la cosa cambia.

Esta claro que a no a todos se les puede juzgar por igual pero sí que hay una ignorancia voluntaria y una ignorancia no elegida, y no podemos creernos por encima de los segundos por muy despreciable que sea ese programa.  Yo reconozco haber estado entre esos muchos que han despreciado a ese tipo de público, ahora la cosa cambiara.

lunes, 1 de febrero de 2016

Sucio dinero

Gran frase
Es sorprendente la ligereza con la que cualquier cosa se justifica con dinero y empleo. No importa que calamidad se vaya a hacer ya sea de crueldad, ya sea ecológica, ya sea urbanística o sea una mezcla de varias cosas se utiliza el sonsonete de “Esto da dinero y puestos de trabajo”

El trabajo es muy necesario y por ello a veces nos convertimos en una pieza más de ese eslabón. Recuerdo una vez trabajando teniendo piezas que me entere en ese momento que eran para tanques al comentarle a un compañero que me sentía mal elaborando ese tipo de material, me dijo que eso nos daba de comer. Eso es lo triste que para que no les quede más remedio que vivir de su trabajo tengan que tragar con lo que les echen.

 Aquí en Cantabria tenemos el tema fracking que presenta un fuerte rechazo y a pesar estoy seguro que quienes tengan que trabajar en el no le harán asco e incluso sufrirán si ven peligrar sus puestos de trabajo aunque sepan que eso es perjudicial.

No importa de qué actividad se trate o de lo inmoral que sea, deforestación, toros, urbanismo desmedido, fracking… siempre habrá quien lo justifique usando por medio la frase de marras de que da dinero y empleo, aunque se trate de dinero sucio, muy sucio y en ocasiones manchado de sangre y a los que no estamos metidos en ello, no solo no lo vemos sino que lo sufrimos.

Cuando hablan de dinero siempre digo lo mismo, no es tanto el dinero que dé sino como se reparte y en que me afecta. Hasta ahora pocos beneficios he visto de muchas cosas que dicen que dan dinero y en ocasiones muchos perjuicios. .