Nunca es tarde para una gran victoria

El alcoholismo es una enfermedad social

Por desgracia a lo largo de mi vida he conocido gente más o menos cercana con graves problemas con el alcohol. Esta enfermedad ha generado muy graves consecuencias tanto en el núcleo familiar y social pues el alcohol no solo llega a destrozar la vida de quien sufre esta enfermedad sino de la gente que le rodea.

Hoy me he enterado de un hombre ya octogenario, conocido por su alcoholismo exagerado que se ha recuperado llevando dos años ya sin beber. Puede que no recupere toda una vida alcoholizada pero siempre se puede empezar de cero.

Lo malo de los alcohólicos es que antes de serlo, nadie les echó una mano para no serlo cuando empezaron a serlo, cuando llevan tiempo siéndolo ya nadie permanece al lado y cuando llega el momento de salir tienen que sacar la fuerza de sí mismo lo que da muestra de su enorme valía.

Me alegro de esta nueva victoria de una persona sobre su enfermedad.

Cosas que marcan para bien y para siempre

Hoy he dado un disgusto a mi alumnado, por un malentendido-broma han pensado que les iba a dejar. Ver cómo te rodean y las caras largas que han puesto y ha hecho que me haya tenido que ir al baño a soltar alguna lagrima furtiva.

Puedo decir que yo no tengo un trabajo, tengo una pasión y me alegro. El lunes es un gran día para mí por muy mala prensa que tenga.

Gracias gente, os aprecio.

El pintor sin nombre

La iglesia que dibuja día tras día ese dibujante

Digo pintor porque así lo apodan pero de quien voy a hablar es de un dibujante. Hace unos años en los meses fríos todas las mañanas aparecía un hombre en un coche indultado del desguace que aparcaba siempre en el mismo sitio y hacia dibujos de la iglesia del pueblo.

Siempre nos llamo la atención de que día tras día pintara la misma iglesia. Sin embargo nadie sabía ni su nombre, ni de donde era ni nada. Simplemente se le puso el apodo de “El pintor” y corrió algún rumor que no me parece correcto reproducir en un blog pues nunca sabes de su veracidad. También es cierto que la mayoría del municipio somos “llegados” y por desgracia no sabemos nada de nuestros vecinos y nos conocemos por “el de la casa de la esquina”, “el del perro negro…” y similares que dan idea de la individualidad en la que vivimos.

A este hombre solíamos echar un vistazo fugaz a través de las ventanillas de su coche de fo0rma furtiva y apenas pudimos apreciar si era buen o mal dibujante pues la brevedad de la mirada a cierta distancia no nos daba para más. Veíamos que se quedaba absorto con su tarea y disfrutaba lo que hacía.

Como apareció, desapareció durante varios meses y se convirtió en una anécdota de esas que quizás te acuerdes vagamente en un momento dado.

Esta mañana he salido de casa con el termómetro marcando 7 grados y junto al cementerio lo que de lejos me pareció un vagabundo escribiendo en un cartón cosa que me sorprendió pues pensé que no era muy buen sitio para pedir pues la mayoría de la gente que pasa por ahí a esas horas lo hace en coche para llevar a sus hijos a la escuela. Al acercarme vi que era el mismo dibujante ataviado con viejas ropas entregándose una vez más a su pasión. Una vez mas volví a mirar de forma furtiva su dibujo y una vez más me aleje siendo un anónimo ante un anónimo.

El carbón mineral acabo con la vida familiar

Una antigua cocina

Se quejaba el escritor cántabro Demetrio Duque y Merino (1844-1903) que el carbón mineral estaba acabando con la vida familiar. Que como estaban entrando las estufas de carbón en los hogares resulta que los miembros de la familia podían estar en habitaciones diferentes al estar todas caldeadas mientras que el modelo antiguo de los fuegos de leña obligaba a las familias a estar juntas y así que hubiera unidad familiar.

Cierto es que desde niño ese argumento lo he escuchado también con la televisión que cuando las familias estaban juntas lo hacían mirando a la tele y no había dialogo, mas tarde que los hijos tenían en sus cuartos equipos de música y que se metían en ellos y no salían y que más tarde el ordenador separo aun mas a las familias primero con los juegos y mas tardes con internet donde ya prácticamente todos los de una familia navegan y no se reduce solo a los más jóvenes los que se entregan a este vicio.

Pero esto no es de ahora.  Hace mucho encontré unos textos milenarios griegos o romanos (no recuerdo exactamente a que cultura pertenecía el texto) que ahora no soy capaz de encontrar donde entre otras cosas además del tema de tratar a los jóvenes de vagos, se dice que ya no se guarda el debido respeto a los mayores y que los jóvenes se alejan de sus mayores.

Siempre he sido pesimista en cuanto a la deriva de la sociedad, pero no se si estamos exagerando.

Actualmente en mi trabajo convivo con gente que roza la veintena y otros que rozan los 60años de edad y veo de todo. Desde jóvenes que dicen tener una gran comunicación con sus padres e incluso les hablan de cuando tienen relaciones sexuales o consumen drogas, adultos que les doblan en edad y tienen comportamientos de quinceañeros manteniendo una vida discreta ante los ojos de su familia.

Hombres maltratados

El maltrato venga de quien venga siempre está mal

Esto no es un alegato “anti feminazi” ni pretende serlo. Es más cualquier mujer maltratada merece todo el apoyo de la sociedad y cualquier maltratador el máximo de los desprecios y considero que se debe seguir trabajando más para que ni una sola mujer no solo no deba morir por la mano de un hombre sino que no debe de ser maltratada en ningún aspecto. Si a una mujer se le levanta la mano solo debe de ser para saludarla.

Ahora bien independientemente de estadísticas, de malas bestias sin entrañas y demás, creo que deben a salir a la luz los hombres que son maltratados por sus parejas que los hay y no me importa si son uno, tres, o tropecientosmil. Quizás el que a los hombres se nos haya educado a “llevar los pantalones” hace que haya un pacto de silencio pero aseguro que si bien es cierto que he conocido demasiados casos de mujeres maltratadas y en algún caso muy, pero que muy graves, no es menos cierto que también he conocido casos de hombres maltratados y al menos tres.

Aunque pueda costar creerlo aseguro que hay hombres que lloran por la actitud de su pareja, hombres que cogen el teléfono temblando cuando es su pareja quien llama, hombres que son controlados hasta la saciedad por su pareja, hombres que son humillados por su pareja,contestar con monosílabos en una conversación por no saber qué decir, que recuerda a la película “La lista de Schindler” donde una prisionera judía no sabia que contrestar a un nazi porque no sabía lo que este quería oír. En definitiva hay hombres que pasan auténticos infiernos de todo tipo por estar con la persona equivocada.

Nadie puede entender la soledad de un hombre maltratado por su pareja pues ni la sociedad lo recoge, y cuando un hombre dice algo se recurre a la estadísticas pues  el hombre maltratado es invisible, pero existe, lo aseguro.

Termino aprovechando para denunciar el uso vergonzoso que se hace desde planteamientos machistas del maltrato hacia el hombre que lejos de mostrar apoyo a las víctimas se usa para  el seguir siendo “macho alfa”.

No son ni-nis, son parados

Nadie esta libre de ser un parado

Estoy muy aburrido de escuchar frases de esa nueva plaga llamada “aporofobia” (rechazo al pobre) y ver como desde el mundo de los parados (hasta hace muy poco lo he sido) lejos de plantar cara asumen con resignación todas las frases despectivas hacia ellos.

He leído y escuchado de todo, que son vagos, que quieren vivir de las ayudas, que quieren convertir a los trabajadores en sus esclavos… y así un largo listado de tonterías.

Yo aunque ya no soy parado no me he alejado de ellos. Les sigo sintiendo como mis compañeros y sigo escuchándoles y comprendiéndoles de la misma manera que cuando estaba entre ellos.

Sentirse útil es algo muy necesario en esta vida y por ello quien realmente quiere vivir de las limosnas sociales es porque tiene otra fuente de ingresos. No conozco a nadie que sea feliz con un dinero mínimo en el bolsillo que no le dé ni para vivir con dignidad.

Soy consciente de que hay mas mitos también como que son vagos, y no, no lo son en su inmensa mayoría, nadie nace vago, cierto es que en situaciones lamentables por un lado pierdes la ilusión por todo, te desesperas y dejas de buscar trabajo porque sientes que te das contra un muro especialmente si llevas ya varias negativas a contratarte a tus espaldas y por otro lado el estado mental en el que vives, ralentiza tus movimientos, aumenta tus inseguridades y “no estás a lo que tienes que estar” cosa que también he vivido en primera persona.

Si hablamos desde el punto de vista psicológico, el parado se encuentra con un muro muy grande, el de la soledad que cuando se ve acompañado por falta de dinero ese muro se hace aun mayor pues la vida social por desgracia requiere un mínimo de dinero. Yo he conocido muchos lamentos de gente que ha pasado las de Caín hasta el punto de tener que mendigar tras salir de un curso para parados.

Luego está el abandonarse, el dormir hasta tarde, el vegetar todo el día, el consumo excesivo de alcohol u otras sustancias que te destruyen con el consabido reproche social de “no me extraña que no te den trabajo” cuando si esa persona hubiera tenido una mano amiga igual estaría en otras condiciones pero es más fácil el reproche que el ayudar.

Cierto es que todo el mundo conoce alguien que está en paro y te ponen ejemplo para aferrarse a sus teorías excluyentes. Yo también conozco gente que ante oportunidades de trabajo aunque hayan sido precarias los ha rechazado o ha trabajado un día y las ha dejado y no le he conocido en su vida más que bramar contra el paro sin haber hecho nada por cambiar su situación pero eso no debe criminalizar a todos los parados.

Por último una mención especial a los parados mayores de 40 años, esos que ya empiezan a ser excluidos siendo aun demasiado jóvenes.

Parados, no os rindáis, valéis muchísimo, os lo aseguro.

Trabajadores, no os creaís a salvo de esta situación

Perdonar es fácil, olvidar no

Olvidar no es sencillo

Hablando estas tarde sobre el perdón me he dado cuenta una cosa. Perdonar es fácil, entendiendo como perdón el no tener resentimiento por lo ocurrido pero lo que es difícil es olvidar.

Cuando te hieren dentro creo que jamás se restaña la herida. Siempre tienes esa sensación de que te pueden fallar o volverte a hacer daño y no me refiero a la persona que te ha herido. Por eso cada vez que se hace a un niño daño se puede estar destruyendo la vida de un adulto para siempre. Tal vez habría que ser más empático con personas difíciles.