Nunca tendré un amigo gay

Amar es libre

Es muy habitual escuchar el “yo tengo un amigo gay” y lo más triste es que esto se trata como algo exótico o tras decir una barbaridad homófoba que no deja de ser una mala copia de “Yo no soy homófobo pero…”

Esto me recuerda un meme de las redes sociales donde a un niño le preguntan “En tu colegio hay inmigrantes” y el niño contesta con la naturalidad infantil: “En mi colegio no hay inmigrantes, solo niños”.

Yo puedo presumir de que no tengo amigos gais, tengo amistades a las que no les pregunto qué hacen con su entrepierna, lo que si estoy seguro es que no tengo amistades homófobas pues a pesar de que yo no estaría en su lista de ser odiado por ellos por ser heterosexual, no puedo tener amistades que odien a otras amistades.

La dictadura de lo políticamente correcto

No todo vale como "politicamente incorrecto"

Ahora que parece que para estar a la moda hay que ser “políticamente incorrecto” teniendo una idea que incomode. Esta idea tiene dos filos, uno, la necesidad de expresar lo políticamente incorrecto mediante el desprecio verbal hacia quienes no compartimos esos posicionamientos y por otro lado crea en algunas personas un exceso de relajación moral de permitir cualquier cosa incluso ideas que son peligrosas para otras personas y atenten contra la dignidad humana. 

A veces incluso en lo políticamente correcto se han dado errores. Yo solía decir “gente de color” por ejemplo, hasta que una persona negra me puso los puntos sobre las íes y me dijo con cierto enfado y mucha razón que ella era negra. Lo políticamente correcto tampoco puede amparar el cogérsela con papel de fumar. Por eso creo necesario distinguir lo políticamente incorrecto que atenta contra la dignidad humana y contra los derechos humanos, que no deja de ser una forma de ser un imbécil de lo políticamente incorrecto que molesta, pero no perjudica al ser humano en ningún aspecto. Políticamente incorrecto ya lo soy yo, pues me declaro comunista cosa que es muy incómoda a buena parte de la sociedad, mis ideas no gustan, mis ideas generan preocupación a muchos, pero mis ideas pese a quien pese no atentan contra los derechos humanos, ni tampoco atentan contra la dignidad humana.

En esto de lo "politicamente correcto", a veces se peca por exceso y a veces por defecto.

Algunos excesos de lo "politicamente correcto"

Fachascarillas

Viñeta de una "fachascarilla"

Hoy mientras estaba en el parking de un supermercado ha parado una furgoneta con un logotipo de una empresa de alicatados y solados. Debido al coronavirus han bajado sus dos ocupantes con la mascarilla. He observado que las mascarillas eran las que se denominan “fachascarilla” debido a que las ha popularizado la extrema derecha.  

Si bien es un error en una empresa mostrar cualquier filia o fobia sea del tipo que sea (racista, política e incluso deportiva), más error me parece a dos obreros salir con esa mascarilla cuando pueden estar condenados al paro y tener que solicitar ese ingreso mínimo vital llamado por ellos como “la paguita”. 

Yo he solicitado la renta social básica debido a mis aprietos económicos pues llevo desde febrero sin cobrar absolutamente nada de nada y por una serie de casualidades tenia mis cuentas a cero y no me siento como un sinvergüenza que quiere vivir bien del sudor ajeno. Me siento muy mal pues me siento inútil y lo que quiero es trabajar (cosa que afortunadamente pronto hare y pronto rechazaré la ayuda).

Como final diré que a mí, que me dedicado en mis últimos trabajos a la docencia para el empleo, jamás se me ocurriría en mi trabajo hacer alarde de mis ideas, aficiones, filias o fobias, pues mis filias y fobias seguro que interferirían en mi labor docente y no para bien.

¡Que se joda la Nissan y que se joda Cataluña!

Un conflicto en el que no hay solo un culpable

Es triste pero en momentos difíciles también hay que enfrentarse a los estúpidos de turno. Uno de las burradas leídas en redes sociales es gente alegrándose de que la Nissan cierre en Catalunya. En este caso se cumple el dicho de que solo los tontos tiran piedras contra su tejado pues estos miserables que tienen un odio ciego a Cataluña no se dan cuenta que las piezas que necesita Nissan que son muchas son fabricadas a cientos de kilómetros delas fronteras catalanas y que una gran empresa que cierre en cualquier lugar del territorio estatal supone un terremoto en montones de empresas situadas en diferentes autonomía que las surten, en el caso de Nissan unas trescientas empresas.

Aquí somos tan bobos que quienes odian a Cataluña quieren que se quede y quienes la aman quieren que se vaya. Yo siempre juzgare a las personas individualmente por buenas y malas independientemente si desean ser españolas o si desean formar parte de otro país.