Pensamientos y pesares

En este blog, daré cabida a pensamientos personales sobre diferentes temas sin mas pretensión que dar vía libre a mis pensamientos y sentimientos.

martes, 20 de febrero de 2018

Una anécdota sobre la obesidad

Esta modelo se hizo famosa por su belleza
En cierta ocasión en una charla de bar comento uno de los presentes su preferencia por las mujeres con sobrepeso. Esta persona añadió que por este motivo solía ir a Alemania a relacionarse con este tipo de mujeres.

Como un resorte una chica con algo de sobrepeso se molestó y dijo que a ver si aquí no había mujeres con sobrepeso ante esto su respuesta fue breve pero precisa·

“Claro que las hay y muy guapas, pero están acomplejadas”

martes, 6 de febrero de 2018

La cultura y el fascismo

Yo sigo defendiendo la riqueza cultural
A pesar de no ocultar mi simpatía por ideas de izquierda, me he encontrado con la paradoja d es que en más de una vez se me ha llamado “fascista”.  El motivo no es otro que mi afición a la cultura tradicional y hacer que el castellano se hable de la forma más correcta posible a pesar de que yo no soy un buen castellanoparlante.

No entiendo porque mostrar antipatía hacia Santa Claus, el Halloween en contestos alejados de sus lugares de origen, (en sus lugares de origen si defenderia estas costumbres), es “facha”. No entiendo porque mostrar mi predilección por escribir de forma correcta es facha cuando enseguida nos reímos de quien consideramos que pronuncia mal el inglés.

Considero que algo tan terrible como es el fascismo se está ignorando de lo que es realmente y se usa alegremente el termino facha cuando se defiende algo que sospechosamente forma parte de lo que se entiende como cultura española en contra de alguna moda extranjera traída con fines comerciales. Lo más paradójico de todo esto es que al igual que no niego mis ideas de izquierdas, tampoco niego mi simpatía por el nacionalismo vasco.

Sobre esto último siempre me viene a la mente un poema del poeta cubano José Martí que a pesar de considerar a España como su enemiga y de hecho combatió contra España supo diferenciar lo cultural de su sentimiento diferencial y creó estos bellos versos.
El alma trémula y sola
Padece al anochecer:
Hay baile; vamos a ver
La bailarina española.

Han hecho bien en quitar
El banderón de la acera;
Porque si está la bandera,
No sé, yo no puedo entrar.

Ya llega la bailarina:
Soberbia y pálida llega;
¿Cómo dicen que es gallega?
Pues dicen mal: es divina.

Lleva un sombrero torero
Y una capa carmesí:
¡Lo mismo que un alelí
Que se pusiera un sombrero!

Se ve, de paso, la ceja,
Ceja de mora traidora:
Y la mirada, de mora:
Y como nieve la oreja.

Preludian, bajan la luz,
Y sale en bata y mantón,
La virgen de la Asunción
Bailando un baile andaluz.

Alza, retando, la frente;
Crúzase al hombro la manta:
En arco el brazo levanta:
Mueve despacio el pie ardiente.

Repica con los tacones
El tablado zalamera,
Como si la tabla fuera
Tablado de corazones.

Y va el convite creciendo
En las llamas de los ojos,
Y el manto de flecos rojos
Se va en el aire meciendo.

Súbito, de un salto arranca:
Húrtase, se quiebra, gira:
Abre en dos la cachemira,
Ofrece la bata blanca.

El cuerpo cede y ondea;
La boca abierta provoca;
Es una rosa la boca;
Lentamente taconea.

Recoge, de un débil giro,
El manto de flecos rojos:
Se va, cerrando los ojos,
Se va, como en un suspiro...

Baila muy bien la española,
Es blanco y rojo el mantón:
¡Vuelve, fosca, a un rincón
El alma trémula y sola!


Basta ya de usar alegremente la palabra facha. Facha o fascista son quienes lo realmente lo son, despojos humanos que solo deberían quedar reflejados en los libros de historia como algo infame que no debió de existir.

Pues nada, para no ser fascista me pasare al "Byba llo hi my kavayo"

domingo, 4 de febrero de 2018

Lo que une un libro

A veces un simple libro une
Hace una semana teniendo que hacer un viaje en autobús cogí un libro de relatos cortos con el fin de hacer el viaje más ameno. En el autobús me toco compartir asiento con un viajero que estaba de paso recorriendo el norte de la península y que compartía su viaje con otras cuatro personas todas ellas de Cataluña. Como en los autobuses y trenes hemos perdido la costumbre de sociabilizar en cuanto salimos de la estación de bus saqué mi libro y me puse a leer. De inmediato fui interrumpido de forma amable por este acompañante mostrando curiosidad por el libro en cuestión cosa que genero una larga conversación a la que se unieron sus acompañantes y que derivo en diversos temas salvo en el candente y soporífero tema de Cataluña.

Yo no sé si esos catalanes eran independentistas o no lo eran, y ciertamente me da igual. A mí lo que me demostraron que eran buena gente y al igual que con cualquier buena gente lo que menos me importaba era si eran independentistas o no lo eran.

Muchas veces une el tener una afición en común cosa que no pueden hacer muchas ideas o creencias por muy chupiguays que creamos que son y que la razón está de nuestro lado.