Pensamientos y pesares

En este blog, daré cabida a pensamientos personales sobre diferentes temas sin mas pretensión que dar vía libre a mis pensamientos y sentimientos.

viernes, 3 de marzo de 2023

Aquellas viejas tiendas de barrio

 


Recuerdo que en mis años de pantalón corto que la compra era diaria. Todos los días había que ir con una bolsa y pasarse por esas tiendas de mostrador donde un tendero o tendera te atendía cogiendo los productos de una enorme estantería y coger poco más que lo del día.

Los supermercados eran algo escaso que solo algunos privilegiados podían acudir por distancia y escasez de coches pues me crie en esa sociedad donde que un hombre haría compras era una “rara avis” y pocas mujeres tenían carnet de conducir así que se acudía muy ocasionalmente con un carrito y usando a los niños como colaboradores en el acarreo de compras.

La compra tenia su ritual. En primer lugar, se dirigía al cliente (generalmente niños) o clienta por el nombre.  Mientras se despachaba tenían lugar tertulias que en muchos casos tenían que ver con el factor humano de enfermedades, desgracias y fallecimientos. Otras veces eran más amenas con chistes, comentarios de programas televisivos o comentarios sobre alguna noticia trascendente.

Sin embargo todos nos pasamos por alto que esas tiendas de tertulia y cuentas hechas en el borde de un papel de estraza utilizado para envolver algún producto era un lugar donde se hacia “barrio”. Había un punto de reunión donde la vecindad tenían nombre y vida y por ello en muchos casos había un sentimiento de unión que hacia que ante un problema siempre hubiera quien echara una mano.

Hoy en día motivados por un modo de vida más precario y frenético compramos en supermercados donde la rapidez en la compra y el precio prima sobre todo y quienes nos rodean son `personas que son perfectas desconocidas. Tras esta compra en el mejor de los casos no tienes nombre solo un número de tarjeta de fidelización.

Buena parte de nuestra vida como sociedad muere en compras de supermercado y las tiendas de barrio, salvo quizás alguna panadería, frutería, pescadería,  carnicería o similar han perdido ese “hacer barrio”.