Mañana hay elecciones y yo tengo decidido mi voto y me considero
que lo he decidido por obligación y no por pasión porque ningún partido me
convence y eso es precisamente lo que me preocupa. Mañana va a ir una parte de
la sociedad a votar contra la otra sin estar convencido de la papeleta que se
meta en el sobre y eso es lo terrible de una sociedad. Somos una sociedad que
vuelve a estar enfrentada. Hasta hace no mucho se decía en tono humorístico que
las dos Españas enfrentadas e irreconciliables eran las del Madrid y el Barça y
ahora otra vez somos los rojos y los fachas temiéndonos unos a los otros y ese
es el gran fracaso de esta sociedad. Yo también estoy en esa disyuntiva de
votar a unos para votar contra otros.
Mi única esperanza es que esas dos partes enfrentadas e irreconciliables sigan enfrentandose en una urna.