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| Elías García. Que al tierra te sea leve |
No voy a negar que tengo una relación amor-odio con la música folk. Hago balance de mi vida como folki y digamos que hay tres etapas. La primera de folki autodidacta que iba a ciegas comprando discos y la única referencia para conocer folk era el programa de Radio 3 “trébede”, después llegó una época dulce donde empecé a conocer gente del mundillo folki y disfrutar a tope de esta música. Me metía montones de kilómetros entre pecho y espalda para escuchar esta música que me apasionaba y admiraba que hablabas con todo el mundo y lo pasabas siempre bien, independientemente de que grupo tocara pues si la música no gustaba siempre había un hueco en la barra donde echar una agradable charla, para pasar a una época difícil y caótica donde la gente poco a poco fue abandonando los festivales y quedamos cuatro irreductibles y tuve la mala suerte de aceptar incluso las peores compañías auto engañándome por eso de seguir al frente de una música que me apasionaba.
De esa primera época recuerdo que yo no tenía ni idea de lo que se cocía en el mundillo folki pues justo sabía lo que era el folk por un par de canciones del grupo Gweandal, concretamente “Irish jig” y “Jackson morning” que las tocaban los grupos verbeneros de mi infancia y eran las que más me gustaban y alguien me dijo que eso era folk de un grupo “irlandés” (son franceses, pero me dijeron que eran irlandeses) llamado Gwendal y desde entonces empezó a gustarme el folk. Algunos años más tarde, en mi pueblo aparecieron unos carteles en mi pueblo de un grupo folk que lo desconocía llamado Luétiga y me pico la curiosidad y fui con un amigo a verlos. Resultó que ese amigo y yo fuimos “el público”, sin embargo, estuvo tan rematadamente bien que me engancharon definitivamente al folk. Recuerdo que me lleve un pequeño disgusto al ver que ese grupo no tenía aun ningún disco.
Después de Luétiga el siguiente grupo que se me metió en la memoria fue Llan de Cubel. Entonces solo escuchaba música irlandesa y escocesa de grupos que ni conocía y los compraba a ciegas. Ese grupo lo escuche en “Trébede” programa por el que madrugaba los sábados para escucharlo desde las 7 de la mañana que empezaba hasta las 10 de la mañana. Allí escuche “Cabraliega” que fue la primera canción de ese grupo. Después tuve la suerte de verlos varias veces en directo.
Hoy en día mi desapego hacía el folk hace que este borrando esos viejos recuerdos, pero hay alguno que no quiero borrar, y entre ellos está “Llan de cubel”.
Elías, nos ha dejado, pero nunca nos dejara su música.
De esa primera época recuerdo que yo no tenía ni idea de lo que se cocía en el mundillo folki pues justo sabía lo que era el folk por un par de canciones del grupo Gweandal, concretamente “Irish jig” y “Jackson morning” que las tocaban los grupos verbeneros de mi infancia y eran las que más me gustaban y alguien me dijo que eso era folk de un grupo “irlandés” (son franceses, pero me dijeron que eran irlandeses) llamado Gwendal y desde entonces empezó a gustarme el folk. Algunos años más tarde, en mi pueblo aparecieron unos carteles en mi pueblo de un grupo folk que lo desconocía llamado Luétiga y me pico la curiosidad y fui con un amigo a verlos. Resultó que ese amigo y yo fuimos “el público”, sin embargo, estuvo tan rematadamente bien que me engancharon definitivamente al folk. Recuerdo que me lleve un pequeño disgusto al ver que ese grupo no tenía aun ningún disco.
Después de Luétiga el siguiente grupo que se me metió en la memoria fue Llan de Cubel. Entonces solo escuchaba música irlandesa y escocesa de grupos que ni conocía y los compraba a ciegas. Ese grupo lo escuche en “Trébede” programa por el que madrugaba los sábados para escucharlo desde las 7 de la mañana que empezaba hasta las 10 de la mañana. Allí escuche “Cabraliega” que fue la primera canción de ese grupo. Después tuve la suerte de verlos varias veces en directo.
Hoy en día mi desapego hacía el folk hace que este borrando esos viejos recuerdos, pero hay alguno que no quiero borrar, y entre ellos está “Llan de cubel”.
Elías, nos ha dejado, pero nunca nos dejara su música.
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