Imagén sacada de "La mente es maravillosa" |
Voy a contar parte de la historia de amor de una anciana. Esta anciana ya fallecida fue una mujer solterona de carácter difícil lo que hizo que incluso en su familia la tratáramos con cierta distancia y aunque era querida, siempre la recordamos por sus berrinches y sus palabras acidas posiblemente de haberlas aprendido en la taberna de cuando las tabernas eran solo territorio de hombres y era un reducto donde decir cualquier barbaridad y el conocer ese mundo desde la infancia marcaria esa forma ruda de hablar que nos provocaba entre cansancio por sus continuas rabietas y risa, pero paradójicamente nunca temor, e incluso cuando éramos niños tampoco nos lo provocaba. Toda su vida para mí fue un misterio salvo que trabajo en una taberna y en una imprenta. Sin embargo alguien muy cercano a mí en estos días me comento que tras su muerte leyó unas cartas que guardaba con esmero de un antiguo amor donde se contaban lo mucho que se querian.
Este amor que realmente no se qué paso, pero seguramente pronto descubriré, parece ser que la marco su vida haciendo que adquiriera ese carácter. Resulta que ese amor de juventud fue un aviador que se hizo célebre porque en sus viajes de piloto daba tres vueltas sobre la taberna donde esta estaba y después proseguía su vuelo mostrando así su forma de decir te quiero (alguna persona presente dijo que en realidad dibujaba un corazón, cosa que no estaba buena parte de la audiencia de acuerdo). Sé que esas cartas muestran que sucedió exactamente con ese aviador aunque me temo que no fue nada bueno y espero poderlo saber no a mucho tardar. Cuando este fin de semana me contaban datos de esta historia, me quede embobado sabiendo que esta historia era digna de una novela.
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