No quiero tener un millón de amigos

Imagen de Antonio Pérez Rodríguez titulada "Sin Wifi"

Hay mucha gente que le gusta en el tema de la amistad, conocer mucha gente, tener amigos hasta en el infierno. Sin embargo eso no va conmigo.

Hay un dicho que dice “amigos de todos, amigos de nadie” y es cierto, creo que la mayor soledad es la de la persona con demasiados “amigos” quizás precisamente por eso por tener tantos “amigos” no sabe quiénes son precisamente los “buenos amigos”

Soy una persona que mentalmente todos los días me gusta acordarme de todos mis amigos, sin embargo reconozco ser un poco vaguete,  lo sé y no soy capaz de enviar un privado, coger el teléfono o enviar un whatsapp. Bueno, en realidad eso va un poco con rasgos de mi personalidad que no me apetecen hablarlos en un blog así que lo dejaremos en vaguete. Por ello prefiero tener un grupo que recordar que tener que pensar en muchos dejandome injustamente alguno en el tintero.

En mi vida he conocido de todo y he visto varios tipos de personas amigables y al menos me acuerdo de estos, pero seguro que hay más:

El “amigo de todos” esa persona sociable y alegre que siempre está organizando cosas y van todos a tropel a lo que organiza pero luego es una persona tremendamente solitaria pues se le trata como el tonto útil alguien con quien contar solo cuando hay un interés por medio.

El que es “bueno de profesión” esa persona que trata de agradar a todo el mundo y “ser buena persona” con el objetivo de que todo el mundo hable bien de él y luego está obsesionada con que todo el mundo reconozca sus meritos de “ser bueno”. 

Luego está la “persona genial” de las redes sociales, esa persona estupendísima y que agrada a todo el mundo en las redes y luego en su vida diaria es una persona insociable e intratable incapaz de hacer amistades cara a cara. 

También esta la persona genial que se arrima mientras le interesas y luego se busca otras amistades arrimándose al sol que mas calienta en cada momento.

Yo personalmente soy de grupos pequeños, me gustan los grupos de poca gente, donde acabas compartiendo vivencias y conversación con todos que aquellos grupos grandes. No me gustan esos eventos  de grupos grandes donde “brilla la alegría” por haber muchas  personas y después tienes que hacer un enorme esfuerzo para recordar al menos algunas personas de las que estuvieron.

Yo prefiero grupos pequeños, suelo decir que más de ocho son multitud. Soy de los que digo que antes de “llevarme bien con todos” prefiero dar dos pasos más adelante y saltarme el “No llevarme mal con nadie” para quedarme con el “Simplemente quiero vivir en paz”.  Prefiero valorar antes de tener muchos o pocos amigos valorar si tengo los necesarios. Por ello cuando me preguntan si tengo pocos o muchos amigos me gusta contestar "los suficientes".

Yo prefiero tomar un té (no me gusta el café) o una cerveza con solo una persona, antes de estar en soledad entre muchas. Si alguien quiere tomar un té-café o una cerveza, ya sabéis donde estoy.