Mi amiga la urraca

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Hay gente que tiene perro, y cuyo perro suele jugar con mi perra que al pasear por delante de mi casa suele depositar alguna galleta o chuche para mi perra.  Una de estas personas solía ponerlas encima del murete de mi casa con el fin de que si no estaba mi perra Polka al entrar con el coche no las hiciésemos migas.

Una vez nos dijo que había dejado galletas para Polka, cosa que nosotros no veíamos y no le dimos importancia pues pensábamos que el viento las habría tirado o algún gato al pasar las tiraría. Nos dijo días después lo mismo con el mismo resultado y resulta que las galletas no estaban. Sin embargo un día resolvimos el misterio. Había una urraca con su nido cerca de mi casa que observaba a esta persona y en cuanto dejaba las galletas, las cogía de inmediato y se largaba.  Esto nos hizo gracia y desde aquel día todas las mañanas le dejamos galletas algo que se lo tomo ya como costumbre y como nos retrasemos se pone a “exigirlo” con su peculiar sonido e incluso en una ocasión que se me olvido dejar la galleta mañanera me persiguió un buen rato de árbol en árbol exigiendo su galleta.

Hoy como hemos agotado las galletas habituales hemos usado otra marca y se ve que no son del agrado de la urraca y ahora la tengo en plan reivindicativo exigiendo su “marca de siempre”.

Es bonito como algo tan sencillo te haga sacar una sonrisa.

No entiendo como cuervos, mirlos y urracas tienen tan mala fama y algunos buscan su exterminio con lo inteligentes que son.