Pensamientos y pesares

En este blog, daré cabida a pensamientos personales sobre diferentes temas sin mas pretensión que dar vía libre a mis pensamientos y sentimientos.

sábado, 15 de agosto de 2015

Reflexiones sobre el suicidio

Imagen de "El diario montañes"
No sé si debería escribir este post pues en realidad hace cosa de un par de semanas escribí algo sobre lo mismo y no llegue a publicarlo por evitar que gente que conozco y aprecio, quizás leyendo esto abra viejas heridas. Espero me disculpéis si alguien siente alguna herida abierta, creo que necesitaba escribir sobre ello.

Ayer me entere por fin, un enigmático símbolo que había visto en alguna ocasión. Se trataba de un simple “;” tatuado. Un enigmático punto y coma que ayer gracias a un artículo de “El diario Montañés” descubrí. Daban esta Explicación.

El tatuaje del punto y coma ( ; ) va más allá de lo que en principio se puede llegar a imaginar. Es una forma de ayudar a la gente. Se recurre a este símbolo en la escritura cuando se quiere separar dos partes de un enunciado que están relacionadas entre sí. Su función en el texto es aislar más que la coma pero menos que el punto. Como un símil a la continuación de la vida, el proyecto SemiColon Proyect (Proyecto Punto y Coma), a través de este tatuaje, intenta combatir los suicidios.

Este tatuaje, usado por las personas que han pensado en quitarse la vida, sirve como recordatorio de que existe una salida. Simboliza la continuación, aunque se hace una separación con lo anterior para volver a empezar. Es una manera de demostrarse a sí mismo que su situación puede cambiar.

A lo largo de mi vida he conocido varios suicidios, así como gente que me ha confesado su intención de suicidarse como gente que ha sobrevivido a suicidios.

No soy ni psicólogo, ni psiquiatra, ni nadie con estudios que pueda dar unos datos concretos así que hablo desde mi experiencia que puede ser errónea.

Cuando he escuchado la palabra “suicidio” la he escuchado con varias interpretaciones, chantaje emocional, es decir “o permites que te controle o me suicido”, incluso he conocido a persona capaz de llevar su chantaje a las últimas consecuencias acabando en el hospital. Hay una variante que es el de llamar la atención. La estrategia es “necesito que alguien me haga caso y voy a ver si dando pena funciona”.

Luego están los decididos y estos se mueven por numerosas motivaciones.  A veces sentimentales, conozco quien se suicido por el hecho de perder la vivienda que había sido suya toda la vida para construir una carretera. A pesar de haber sido muy bien indemnizado creyó que no estaba preparado para pasar de una vida rural a una vida urbana. 

Otros motivos son los amorosos, en la adolescencia conocí varios casos. Bueno a decir verdad he conocido casos en la madurez pero más bien debería corregir y usar los de “desamor” en la adolescencia y “exceso de amor” en la madurez donde gente adulta tras la muerte de quien ha sido su compañía en la vida deciden acompañarles. 

Otro a añadir en las listas sería el de las enfermedades incurables, estos a veces toman la decisión no debida a su simple deterioro o sufrimiento, sino que va mas allá y a veces añaden a su decisión de morir el sentirse como una carga. Por ejemplo una persona dependiente, muchas veces en su enfermedad ve la esclavitud de su propia familia.

El grupo que creo más nombrado es los que se conoce injustamente como “loser” (perdedor) son gente que pasan graves dificultades generalmente económicas.

Las actitudes ante una persona que relata algo sobre el suicidio, bien sea como superviviente o bien sea como candidato a suicidarse, hay diferentes actitudes, la de distanciarse de esa persona por “agonías” (en el caso de quienes hacen chantaje emocional, se merecen una actitud diferente), la del morbo, como es el caso de una persona que tras relatar que había estado clínicamente muerta tras un intento de suicidio, no se le ocurre preguntarle alguien que “que vio en ese momento” sin importarle el dolor de la persona. También hay una extrema que es la del “síndrome de Juana de Arco” gente que lleva su afán de ayudar tan lejos que acaba sufriendo las consecuencias.

Reitero que no soy psiquiatra ni psicólogo, pero sin temor a equivocarme creo que muchos suicidios se pueden compartir con una medicina que no solo es útil para la idea del suicidio, sino para otras muchas como ludopatía, alcoholismo, drogadicción, obesidad,  anorexia, bulimia y un largo listado de enfermedades. Esta medicina se llama empatía, o dicho de forma cursi, calor humano. Algo cada día más difícil de conseguir.

Quiero decir a la gente que conozco y aprecio que se que ha pasado por  el trance de intentar quitarse la vida, gracias, gracias por seguir aquí conmigo, para vosotr@s solo es vuestra vida, para mí es un poco también de la mía. Por favor, no os marchéis.

Por último animo a quien diga que "nunca se me pasara el suicidio por la cabeza" que tire la primera piedra. Todos estamos en este saco.

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