Pensamientos y pesares

En este blog, daré cabida a pensamientos personales sobre diferentes temas sin mas pretensión que dar vía libre a mis pensamientos y sentimientos.

domingo, 23 de agosto de 2015

La cabaña

Cabaña de la zona cántabra de Soba. Foto Wikipedia
Uno de mis sueños rotos es tener una cabaña. Hace años estuve mirando de comprar una como “retiro espiritual” para poder pasar fines de semana. Mi idea era comprar un invernal (cabañas ganaderas) y restaurarla manteniendo la estética exterior y  solo meter alguna mínima comodidad en su interior.  Básicamente un fregadero y un retrete usando canalización del agua que se pueda aprovechar de lluvia y regatos cercanos. Como todo mobiliario algún banco hecho de forma artesanal, una mesa corrida, algun estante y algún camastro de sobra por si hay visita. 

En el momento me desengañe bastante por lo que se había convertido el mundo de la cabaña. Había demasiada gente que se había metido y había hecho autenticas atrocidades arquitectónicas, tragaluces, antenas parabólicas,  añadidos exteriores en forma de porche, persianas…  Encima el de la inmobiliaria lo decía como ventajas “tu aquí te compras una cabaña, y luego haces lo que quieras, el ayuntamiento nunca dice nada. Y me enseñaba las construcciones más escandalosas.  Algunas cabañas costaban precios desorbitados debido a la “cabañamania” . Había algunas totalmente destartaladas en sitios de difícil acceso que costaban más que un piso. Todavía me acuerdo una que se pedía 36 millones de pesetas al cambio (todavía tengo que pensar en pesetas para el tema de cantidades grandes) estaba impecable y muy bien amueblada pero un robo en toda regla.

También es cierto que por zonas de Cantabria menos “míticas” las cabañas eran más baratas. De todas maneras ir al paro acabo con ese sueño de tener una cabaña. Sin embargo hay días que me viene a la cabeza una y otra vez el soñar con ellas.

No piso una cabaña desde que alquile una en plan casa rural con toidas comodidades hace unos años para agasajar a una visita y desde entonces, en demasiadas ocasiones me acuerdo del sueño de tener una cabaña. No sé si algún día la tendré pero soñar con ella es una forma de al menos esbozar una sonrisa.

2 comentarios:

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