Pensamientos y pesares

En este blog, daré cabida a pensamientos personales sobre diferentes temas sin mas pretensión que dar vía libre a mis pensamientos y sentimientos.

martes, 4 de noviembre de 2025

Integración

Uno de los muchos disparates
 
Una de las acusaciones que se hacen a la gente llegada de otros países es la de decir “han de integrarse” cosa con lo que estoy de acuerdo. Creo que todo el mundo debería integrarse, pero solo nos referimos muy especialmente a los que llegan especialmente de África y América.

Creo que la integración es un deber moral de todo el mundo que se desplaza, pero considero inaceptable que solo nos refiramos al que viene y no goza de un estatus. No es lo mismo llegar con enormes penurias que ser el último fichaje de un equipo de futbol o simplemente ser un jubilado británico o alemán que monta su colonia en ciertos lugares turísticos y no necesita renunciar a su lengua ni cultura pues en vez de adaptarse al lugar busca que el lugar se adapte a él.

Eso que acabo de decir no es exclusivo de británicos y alemanes pues he conocido gente que durante el franquismo emigro a diversos países europeos y volvieron y orgullosos de no haber aprendido el idioma y alguno incluso en sus últimos años de vida critico con dureza a quienes “no se integran”.

Pero eso no es todo, conozco gente que a emigrado a otros lugares como Madrid, Cataluña o Euskadi que no saben absolutamente nada de la tierra donde pisan. Ellos entienden que no se han de integrar porque “son españoles” faltando el respeto a la tierra de acogida.

Un ejemplo de ida y vuelta como vasco afincado en Cantabria es el sangrante caso de vascos afincados en Cantabria que desconocen todo absolutamente, todo de Cantabria llegando en algún caso a adaptar el municipio a su cultura como es el caso de Castro Urdiales siendo en algún caso puro postureo pues en Euskadi no ejercen de ser tan vascos como lo demuestran en Cantabria. Conozco a alguno que le he dejado en ridículo al ir de vasco “vascoparlante” ante los lugareños y recular cuando le he dicho cuatro frases en euskera.

En Euskadi pasa tres cuartos de lo mismo, conozco pueblos donde es más fácil escuchar hablar gallego que euskera y gente que tiene un desconocimiento total y absoluto de la cultura vasca.

Pero yendo más allá de estos actos conozco gente que no esta integrado ni en la tierra que los vio nacer a pesar de ser descendientes de gente del lugar. En Cantabria por ejemplo hay más gente que viste de andaluza en las infumables pseudoferias de abril (me refiero a esas ferias echas con fines económicos cutrepatrioteros, las andaluzas gozan de mi respeto) que con trajes populares de Cantabria, que prefieren a Santa Claus que a las Anjanas (personaje mitológico de Cantabria del que Manuel Llano recoge entre otras funciones su labor de traer regalos) o los reyes magos, incluso los ayuntamientos que se prestan a esta farsa, sin olvidarme de los “jalogüines” y fiestas de graduación “made in USA”.

Hasta en el futbol hay un infantilismo de ser todos del Madrid o del Barcelona porque ganan, con lo bonito que sería que todo el mundo que le guste el futbol apoyara a su equipo local y que los partidos se disfruten con deportividad y no haciendo el cafre.

¿En serio que son los extranjeros pobres son los únicos que han de integrarse cuando aquí muchos son de un lugar solo porque lo dice un DNI y no por su actitud ante la cultura de la tierra que los vio nacer y crecer? Por mucho que lo diga un DNI, muchos son extranjeros en su propia tierra pues su actitud ante la cultura local es la misma que la de algunos a los que se les acusa de no integrarse.

Yo soy vasco y vasquista, amo con locura la cultura de mi tierra pero soy consciente de donde vivo y por ello, jamás me representaran esos vascos que están asentados en Euskadi y que se desentienden de la tierra en la que pisan e incluso, voy a ser muy osado y algunos me tacharán de prepotente, creo que merezco más respeto por vivir en Cantabria que mucha gente nacida aquí y se han desentendido totalmente de su cultura que es lo que realmente le da la condición de gente cántabra y no un documento administrativo llamado DNI.
 
Por cierto, integrarse no significa olvidar la cultura de la tierra que te vio nacer, yo no lo he hecho ni lo voy a hacer y siento orgullo de no solo no olvidar de la cultura de mi tierra, sino de aprender la cultura de la tierra que me acoge.