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| La tortilla un manjar |
Si hay un plato que me encante es la tortilla de patatas. Este plato es capaz de anular mi voluntad por completo.
Yo como buen devoto de la tortilla soy capaz de asociar una tortilla a un momento o lugar. Esto hace que soy un “explorador tortillero” que busca la perfección en la tortilla y tenga mis “proveedores oficiales” de tortillas.
Hoy he topado con una joya y no ha sido precisamente por la calidad de la tortilla a pesar de estar deliciosa. Ha sido por destapar ese baúl que me encanta abrir de vez en cuando que es el baúl de los recuerdos y encontrar ese mágico sabor de la tortilla del comedor de mi colegio.
Esa tortilla era codiciada y fruto de disputas “caniquiles” donde el trofeo de una partida de canicas podía ser doblar e incluso triplicar la ración de esa codiciada tortilla.
Hoy una vejiga a reventar y buscar un socorrido bar donde poder solucionar dicho problema ha hecho que vuelva a probar una tortilla cuyo gusto era idéntico a esas tortillas de mi infancia abriendo ese baúl de los recuerdos.
