La soledad una constante navideña
Reconozco que no me gusta la navidad, pero en cierta manera
me siento un afortunado pues, aunque no me guste y me parezca estúpido tener
que ser “buenos” estos días y estar con gente que a lo peor no soportas o a lo
mejor te agrada pero que has olvidado todo el año.
Sin embargo, hay algo peor que esa desgana en el mejor de los casos o tristeza en el peor que nos invade a muchos en estas fiestas y es tener un día más volver a comer y cenar en compañía de ti mismo y eso si esa maldita y jodida soledad no te ha generado algún tipo de adicción o grave depresión que hace que el estómago vacío se mantenga en su estado habitual de permanente vacío.
Por ello, los que somos afortunados de tener frente a la desgana con quien pasar estas fechas nos podemos sentir muy afortunados, aunque no nos gusten. Por ello, a pesar de que no me gusten estas fechas, agradezco el tener con quien comer y cenar.