En mi enfermedad mando yo

¿Hasta que punto es licito que nuestra salud dependa del sufrimiento de otros?

Empiezo diciendo que de momento no tengo ninguna enfermedad grave, molesta si, pero no grave aunque hay una que a largo plazo me puede dar un serio disgusto y espero que nos e cumpla el vaticinio. Sin embargo de la misma manera que un jornalero rechazo el dinero de un cacique en 1931 diciendo “En mi hambre mando yo” también yo digo “En mi enfermedad mando yo” y espero no aceptar ningún día un dinero manchado del sufrimiento de ningún ser humano.

Se que muchos están contentos con el dinero de Amancio Ortega y muchos llenos de buenos sentimientos pero también quienes rechazan ese dinero están llenos de buenos sentimientos.

Nadie quisiera ver un niño explotado y que el fruto de su sufrimiento se convirtiera en dinero que da su explotador a un país extranjero en falsa solidaridad. Quizás nosotros somos los que nos alegramos pues somos los que recibimos y no quienes pasamos las penurias en beneficio de otros pero yo lo siento no puedo tragar con ello.

Otros dirán “mejor poco que nada” cuando eso no debería ser asi, pues esta gente debería pagar impuestos mas justos y reales a su situación económica que dejarían esa “donaciones” en mera calderilla.

Cierto es que hay más cosas que criticar como los recortes en sanidad pero eso da para mucho.

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