Pensamientos y pesares

En este blog, daré cabida a pensamientos personales sobre diferentes temas sin mas pretensión que dar vía libre a mis pensamientos y sentimientos.

domingo, 3 de noviembre de 2024

Malditas guerras

 

Ojalá pronto se acabe el infierno bélico

Me pregunto muchas veces, especialmente cuando debo despedir a alguien que nos deja antes de tiempo por una enfermedad y se recurre a la voluntad divina para tal fin, el que pinta Dios en todo esto. En ese triste momento me viene a la memoria una frase escrita en una pared de un campo de exterminio nazi “Si Dios existe, tendrá que pedirme que le perdone”.

Yo viendo la evolución humana y las maravillas tecnológicas que se han conseguido crear me pregunto a menudo en esa herida sangrante que nos esta lastrando en el progreso que se trata de las guerras. Estoy convencidísimo que, si esos recursos humanos y materiales desperdiciados en investigar para la maldad se hubiera invertido en el progreso médico entre otras cosas, ahora tendríamos muchos males superados. ¿Quién no nos dice que si en esas muertes prematuras fruto de la barbarie pudo haber un nuevo Severo Ochoa, un Pasteur, un Fleming o cualquier otro que aportara un poco más de esperanza en enfermedades que hoy nos resultan terribles?

Nos gusta hablar del derecho a la vida, pero hay un derecho por encima de ese derecho que es el derecho a la vida digna y cada vez que hay guerras, ambos derechos se volatilizan y con ello esperanzas que ni vemos, ni sentimos.

miércoles, 9 de octubre de 2024

Yo odiaba a España

 

Siempre con la gente de bien

Lo reconozco, yo odiaba España y voy a Explicar por qué. Uno de los puntos era que mis padres me dijeron que yo era vasco, no desde el punto nacionalista porque no lo son, yo era vasco como el que nace en Andalucía es andaluz. Una cosa que recuerdo con pena es un cierto acoso en mi infancia por ser vasco en mi propia tierra. Aseguro que es muy cierto por surrealista que parezca.

Yo vivía en un pueblo (que no citaré) que como muchos de los pueblos vascos donde la población de aquellos años era mayoritariamente oriunda de otras tierras, como era el caso de mis padres (Cantabria y Castilla). En aquellos años había un cierto reparto de la gente llegada de otros lugares. Por ejemplo, en cada pueblo la inmensa mayoría de la gente que llego de otras tierras procedían de un mismo pueblo.

El pueblo donde pase mis primeros años de vida tenía muy metido eso de ser del lugar de procedencia. En mi caso, los niños habían nacido muchos en el pueblo de origen de sus padres y sin entender el porqué, muchos tenían rechazo a quienes nos identificábamos con la tierra que nos vio nacer aun que fuera con los ojos infantiles de un niño de corta edad que no entiende nada.

“Tu no juegas porque eres vasco” o “vasco, das asco” las escuche varias veces dentro de mi tierra. Reconozco que era solo en uno de los pueblos que viví, pero siendo en la tierna infancia te marca.

Salir de nuestra tierra, a disfrutar de las vacaciones, no era mucho mejor. Te hablaban de cosas que ni sabias, ni entendías en aquellos años. ETA, los vascos bla, bla, bla… cosa que me acompaño toda la vida pues, aunque parezca raro, aseguro que me han dicho más veces fuera de Euskadi que mis apellidos no son vascos (y no siento la más mínima inquietud por ello) o “magistrales clases de historia" mucha proveniente de gente que no sabe ni quienes fueron los reyes católicos, pero saben que los vascos se inventaron la historia y de “pe a pa” todas las “invenciones”.

Actualmente, no solo no odio a España, sino que mi biblioteca esta llena de libros que hablan de mil cosas maravillosas de esos lugares que antaño odiaba. Ahora se hacerlo por dos motivos. Uno de ellos es que empecé a empaparme de la cultura de mi tierra y aprendí a amarla y cuanto más la amaba me di cuenta que me quedaba corto pues realmente amar una cultura, es no odiar la de los demás. Quizás, igual tengo que matizar esto un poco, no es España la que he dejado de odiar sino una España, la de Lorca y Miguel Hernández. Amo la que no es esa España de gente que es española por que no vale para ser otra cosa, como paradójicamente dijera, el admiradísimo por la gente patriota Antonio Cánovas del Castillo de cuyo nombre el PP tiene una fundación. Por eso quizás me gusta más decir ibérico que español viendo a los clubs de fans de banderita en mano que tanto temor despiertan entre quienes queremos un país de derechos y no de derechas. Tampoco haberme educado en un colegio donde la imagen de Franco aun estaba y haberme educado como “buen patriota” ayuda a tener buen concepto de los agitabanderas. Aseguro que mi viaje de fin de curso fue entre otros lugares el museo del ejército o al Valle de los caídos. No en vano mi colegio en sus tiempos era el Alejandro Goicoechea, que además de inventor del TALGO tiene un turbio pasado.

El otro motivo es haber salido de mi tierra, y ver que con filias y fobias, somos más iguales de lo que creemos. Al fin y al cabo no dejamos de ser gente que busca completar su pirámide de Maslow.

Actualmente, siento que esta historia se repite. Anteayer un niño mulato le decía a su madre en Santander que no querían jugar con el y su madre le explicaba que eran racistas. No veo demasiada diferencia entre lo que puede vivir ese niño y lo que viví yo en mi mas tierna infancia. Veo con pena y tristeza como ser racista es habitual y ya se dice libremente sin vergüenza alguna.

Veo un fuerte rechazo a los musulmanes, a los negros, a los sudamericanos, a los europeos del este y veo en este rechazo mi mirada de antaño y un muro muy difícil de derribar.

Si yo quiero ser uno más y no me dejan, lo más probable es que acabe siendo lo que ellos no quieren. Siempre he dicho que el fundamentalismo no se crea en muchos casos en los países musulmanes, sino más bien, en nuestras calles europeas. Cualquier musulmán tiene relatos que lamentar sobre la actitud hacia ellos basada en la desinformación y prejuicios.

Mientras no pensemos que el bien y el mal no están en una procedencia, en una religión ni en una raza, estamos poniendo piedras en nuestro camino y esas piedras un día serán muchas y el montón se derrumbará aplastándonos.

“El niño que no fue abrazado por su tribu, ya adulto quemará la aldea para poder sentir su calor.”  

Proverbio africano.

¡Viva la gente de bien! (Por encima de razas, edad, sexo, procedencias y creencias)

sábado, 14 de septiembre de 2024

Salir de la burbuja

 

Injusta marginación a la que son sometidas las
personas con problemas mentales

Hay gente que al igual que colectivos discriminados por su orientación sexual viven escondidos. En este caso en muchos casos no es un armario quienes los encierran, son burbujas, ya que en su mayoría tratan de ocultar lo que todos ven. Me refiero en este caso a las enfermedades mentales.

Resulta que se registra un 10% de personas diagnosticadas con algún tipo de enfermedad mental en España siendo el de las mujeres un porcentaje aun mayor que el de los hombres 14,1% frente al 7,2% respectivamente según fuentes oficiales.

Fuente:MINISTERIO DE SANIDAD

El texto dice bien diagnosticadas es decir que no diagnosticadas son muchos más. Se estima que este porcentaje puede ser del 37 % llegando al 50% a los 75 años. Estas cifras revelan que 1 de cada 3 personas tiene algún tipo de patología mental. Yo sufro de ansiedad por lo tanto soy un enfermo.

Tener algún tipo de trastorno mental es algo que puede ser temporal o crónico. Atendiendo a la lista de abajo donde cito los problemas de salud mental.

Problemas generales

  • Trastorno de ansiedad
  • Trastornos del sueño
  • Depresión
  • Reacción de adaptación
  • Trastornos de personalidad
  • Trastornos por somatización
  • Anorexia nerviosa
  • Tartamudeo, disfemia espasmódica, tics
  • Fobia
  • Trastorno Obsesivo Compulsivo

Psicosis

  • Psicosis afectivas
  • Esquizofrenia
  • Otras psicosis no especificadas
  • Otras psicosis orgánicas

Alteraciones Cognitivas

  • Trastornos de la memoria
  • Demencia

Problemas específicos en menores de menores de 25 años

  • Problemas específicos del aprendizaje
  • Signos/síntomas de comportamiento del niño/adolescente
  • Enuresis
  • Problemas de la conducta alimentaria en niños
  • Trastornos hipercinéticos

Fuente: MINISTERIO DE SANIDAD

¿Cuándo podremos romper esta maldita burbuja y tratar a la gente que esta en tratamiento sea psiquiátrico o psicológico con normalidad cuando tenemos muchos décimos de que nos toque esta “lotería”?

Ir al psiquiatra o psicólogo es algo que debería tratarse con naturalidad al igual que hay países que van al psiquiatra con la misma naturalidad que vamos al dentista

Quien este libre de pecado de sufrir una enfermedad mental que tire la primera piedra.

martes, 27 de agosto de 2024

La vaca y el turismo

 

Cartel sobre el turismo en Canarias

Un día, hace varios años leí la parábola de la vaca.

Un maestro paseaba con su discípulo cuando, de repente, vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre y decidió visitarlo.

Durante la caminata, le comentó a su discípulo que era muy importante realizar visitas, conocer personas y aprovechar las oportunidades de aprendizaje que te brinda la vida.

Llegando al lugar constató la pobreza del sitio. Allí vivían una pareja y sus tres hijos. La casa era de madera, todos iban descalzos y sus ropas estaban sucias y rasgadas.

Entonces se aproximó al padre de familia y le preguntó:

«En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni comercio posible. ¿Cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?»

El señor respondió:

«Amigo mío, nosotros tenemos una vaca que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte de la leche la vendemos o cambiamos por otros alimentos en la ciudad vecina. Con la otra parte hacemos queso, yogur y demás para nuestro consumo. Así es como sobrevivimos».

El maestro agradeció la información y contempló el lugar por un momento. Luego se despidió y se fue.

En medio del camino, se dirigió a su discípulo y le ordenó:

«Coge la vaca de esta familia, llévala a aquel precipicio y empújala al barranco».

El discípulo se quedó perplejo y le preguntó al maestro el motivo de tan drástica decisión, pues esa vaca era el único medio de subsistencia de aquella familia. El maestro no pronunció una palabra, por lo que el discípulo fue a cumplir la orden.

De esta forma, empujó a la vaca por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria del discípulo durante años…

Un día, el discípulo, agobiado por la culpa de haber matado a la vaca, decidió visitar a aquella pobre familia para contarles todo lo sucedido, pedirles perdón y ayudarles en lo posible.

Y así lo hizo. A medida que se aproximaba al lugar, veía todo muy cambiado, ya no había un atisbo de pobreza. Todo lo contrario, pues los árboles estaban floridos, todo estaba muy limpio,…

Ya no había una vieja casa de madera, sino una enorme casa de piedra, con todo tipo de lujos. Incluso los niños, que antes estaban tristes y vestían ropas sucias y rotas, ahora estaban alegres y llevaban finas prendas.

El discípulo se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, por lo que aceleró el paso. Al llegar a su destino, fue recibido por un señor muy simpático. El discípulo preguntó por la familia que vivía allí hacía unos 3 o 4 años. El señor respondió que seguían viviendo allí. Espantado, el discípulo entró corriendo en la casa y confirmó que era la misma familia que visitó años atrás con su maestro.

Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaca):

«¿Qué hizo para mejorar este lugar y cambiar su vida de una manera tan increíble?»

El señor, entusiasmado, le respondió:

«Nosotros teníamos una vaca que se cayó por el precipicio y murió. De ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos. Así alcanzamos el éxito que usted puede ver ahora mismo».

Una de esas vacas que conozco muy de cerca es el turismo. Escucho en la radio que en Baleares aumenta la pobreza con el turismo o el demoledor informe de la intersindical canaria que vincula el turismo a la pobreza.

https://intersindicalcanariasalud.org/a-mas-turismo-mas-pobreza-mas-precariedad-mas-desigualdad-y-mas-exclusion/

No olvidemos que la mayoría de las comunidades turísticas como Galicia, Asturias, Cantabria, Murcia o Andalucía por citar esas comunidades peninsulares que no están muy boyantes que digamos a pesar de su masivo turismo.

¿Seguro que el turismo es un gran invento como decía el título de una película?

sábado, 27 de julio de 2024

El analfabetismo

 

Cartilla con la que aprendieron algunos padres

Me gusta escuchar a la gente mayor.

Muchos de nuestros mayores se que llevan una espina clavada de que no pudieron haber estudiado. La escuela era un lujo que no todos podían permitirse, no por tener que pagar por asistir sino por depender la economía familiar de la mano de obra de los menores de antaño. Es cierto que el curso escolar se adaptaba a la economía del lugar suspendiéndose las clases en momentos claves de las labores del mundo rural, pero en ocasiones por carecer de padre o adaptarse a labores de los progenitores el no asistir era una constante.

Muchos decían con cierto tímido orgullo que sabían las cuatro reglas, es decir sumar, restar, multiplicar y dividir y leer y escribir, otros no fueron tan afortunados especialmente las mujeres donde no pudieron llegar a ello y ni siquiera pudieron acudir un periodo suficiente que les permitiría tener los conocimientos básicos de leer y escribir. Algunas mujeres, entre ellas mi madre, una afortunada que supo leer y escribir, se quejaban de que a las mujeres solo se les enseñaba a cantar, coser y rezar ¿Para qué más si su futuro era casarse?

Resulta que en 1970 el analfabetismo de los mayores de 25 años era del 12,8% es decir más de una de cada 10 personas no sabían leer de las que las mujeres formaban el mayor grupo por que los hombres al realizar el servicio militar se les daba nueva oportunidad dándoseles esa formación que carecían de niños.

Recuerdo que algunas madres recurrieron a un profesorado algo especial para poder aprender. Este profesorado era su propia descendencia. La gente se avergonzaba de decirlo, pero en muchos casos de forma clandestina esta gente aprendía de esas cartillas que se nos daban a los infantes. Recuerdo como una madre avergonzada, reprendió a su hijo por decir en público que su madre no podía ayudarle porque no sabía leer y como un compañero me dijo que su madre le cogía la cartilla por la noche para aprender a leer.

He sido profesor de gente mayor de 60 años en su momento nacida en torno a 1960 y vi que el nivel de conocimientos dejaba mucho que desear y vi algo que decía Jesús Quintero que antes la incultura se veía como una gran vergüenza y ahora se ve con orgullo. Había un alumno que decía con gran orgullo que ahora podía ayudar a su nieto con las tareas escolares. Otros alumnos contaban sus penurias como tener que cuidar ganado, trabajar en un bar negocio familiar, alcoholismo paterno… que les impidió estudiar y eso les daba pena.

Le dará pena a la adolescencia de hoy en día ese escaso interés por aprender. Lo dudo.