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| Nunca sabes donde tienes un enemigo |
A veces la vida te da momentos “intensos”. Entre mis últimos alumnos he tenido gente llegada de numerosos países (Colombia, Congo, Camerún, Venezuela, Sierra Leona, Cuba, Ucrania…) llegando a formar una “mini torre de Babel”. Lo cierto es que estan bien educados y me trataban con sumo respeto. Algunos de ellos tienen detrás historias terribles e incluso han combatido.
Rara vez o muy rara vez hablan de su pasado, o lo cuentan con pinceladas, pero uno de ellos que estuvo en el ejército en alguna ocasión ha hablado de sus “enemigos comunistas” a los que combatió. Yo jamás he hablado lo más mínimo de política en mis clases pues creo que se extralimita de mi función y me he limitado a hacer mi trabajo, incluso para quien yo soy el enemigo a quien le metería una bala.
Sé que ese alumno me aprecia mucho, y por ello, cuando todo esté terminado, si tengo la oportunidad de volver a verle, es algo que pienso confesar, que soy comunista y que precisamente por eso le he ayudado en medida de mis posibilidades. No se si servirá de algo, pero al menos que vea que el demonio rojo también tiene sentimientos y a veces ayuda a gente que está en situación precaria, precisamente por los sentimientos de izquierdas que tenemos sin importar que esa persona nos considere un enemigo. También he de decir que a pesar de todo es muy buen chaval y que por eso ha sido muy fácil trabajar con él.
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