Llevo demasiado tiempo buscando el amor, y jamás lo encontré,
no lo encontré porque no sabía lo que era y pensaba que el amor era algo
afectivo-sexual entre un hombre y una mujer, algo que sigo buscando.
Afortunadamente la vida te demuestra que no, que el amor es un sentimiento
diferente, algo muy difícil de explicar con palabras y te das cuenta que amor
puede ir mas allá de la relación afectivo-sexual y sentir amor por gente sin
que medie esa relación “afectivo-sexual”. En un “retiro” de un par de días he
encontrado el amor, y he aprendido que el amor es sentir que gente forman parte
de tu vida como uno mismo. El amor es sentir una unión especial que siempre está
presente y preocuparte de los demás como de uno mismo. En definitiva, me
refiero al amor fraternal, ese que está destinado para tener entre hermanos
cosa que no siempre ocurre y sin embargo lo tienes hacia otras personas con
quienes te sientes unidos. Al fin y al cabo,
la familia no la eliges.
El origen etimológico de la palabra amistad no ha podido ser determinado con exactitud. Hay quienes afirman que proviene del latín amicus (“amigo”), que a su vez derivó de amore (“amar”). Sin embargo, otros estudiosos afirman que amigo es un vocablo griego compuesto por a (“sin”) y ego (“yo”), por lo que amigo significaría “sin mi yo”. En todo caso, la amistad es una relación afectiva entre dos personas y una de los vínculos interpersonales más comunes que la mayoría de los seres humanos tienen a lo largo de su vida.
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