Sobre el feminismo una vez más

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Me sorprende una vez más que a pesar del exitazo rotundo del reciente 8M que haya aun voces discrepantes que intentan buscar las cinco patas al gato. Si bien he de reconocer que la huelga no ha sido muy boyante debido a las muchas presiones que se han de sufrir, la movilización ha desbordado todas las expectativas y eso en una sociedad que se mueve cada vez más hacia posturas conservadoras.

Yo como hombre que soy voy a intentar opinar de cosas que veo y siento sobre el mundo del feminismo con apoyos y críticas.

En primer lugar, el feminismo lo veo como hombre por una parte incomodo pues por desgracia parte de mi bienestar masculino en la parte del esfuerzo físico y psicológico viene del sometimiento de la mujer y por ello tener que renunciar a un confort injustamente adquirido no gusta a nadie y menos cuando sabes que las mujeres tienen en este aspecto razón y sabes que lo que es justo es aceptar sus reivindicaciones. 

También veo por otra parte la faceta liberadora en lo sentimental, es decir esa necesidad impuesta al hombre de guardarse los sentimientos adentro. Recientemente leí que se suicidan más hombres que mujeres y no me extraña. Ser hombre significa ser una cárcel sentimental y si sales de ella te conviertes en pasto de la infravaloración.

Cambiando de tercio y volviendo al tema feminismo y tantos ríos de tinta han hecho correr, creo que dentro del feminismo se dan errores y uno de ellos es vender el feminismo como algo “único” cosa que no es cierta y por ello se pueden observar debates incluso entre mujeres que se definen como feministas donde muestran diferentes puntos de vista. Esto hace que las barbaridades que se escuchan de alguna descerebrada pidiendo la castración de los hombres o quererlos someter a diversas humillaciones repercuta injustamente en todo el colectivo. Eso es tan absurdo como si por los cafres que pululan tras cada partido de futbol se acusara a todos los aficionados al futbol del mismo San Benito. Al igual que esas malas bestias del futbol en realidad no son aficionados, las mujeres "cortapenes" sufren de "misandria".

Por último, también critico que muchas veces en el debate del feminismo siento que los hombres somos los convidados de piedra. Una mujer puede contradecir a otra mujer que hable en términos de feminismo, pero un hombre esta para “callarse”. Alguna vez he defendido esa etiqueta creada como aliada del feminismo que es el masculinismo y que actualmente se le nombra como antagónica del feminismo y desconozco el camino creado para llegar a este triste final. Sin embargo, si que creo que es necesario que los hombres aporten sus granos de arena al fin y al cabo esta el “machismo oculto” el que se gesta por ejemplo en vestuario, en conversaciones privadas de barra de bar y muchas otras cosas que son invisibles a los ojos de las mujeres como las inseguridades.

Los hombres carecen de mensajes de autoestima como si a los hombres les daría igual estar obesos o no sufrieran complejos por temas como la calvicie y otros muchos complejos. No es por casualidad que del viejo dicho de “El hombre y el oso cuanto más feos más hermosos” se ha pasado a crear líneas de cosméticos masculinos y hacer cosas que hace no tantos años seria impensables como el teñirse o el depilarse y es el principio de la "igualdad mala".

Lo que si tengo claro es que la lucha feminista es una lucha justa, como la es la de los jubilados, la de los parados, la de la docencia, la de la sanidad. Todas las luchas son necesarias porque ganar esas luchas sirven para hacer un mundo mejor y un mundo mejor sirve para hacer uqe esas luchas no tengan razón de ser.